¿Qué me hace falta?

Q

Lunes 25 de septiembre de 2023

P: Tengo una pregunta sobre 2 Tesalonicenses capítulo 2. Los versículos 1 y 2 parecen ser una oración y un pensamiento continuo. Si es así, parecería que “la venida de nuestro Señor Jesús y nuestra reunión con Él” en el versículo 1, y “el día del Señor” en el versículo 2 son la misma cosa. El versículo 3 dice que (aparentemente, las dos cosas mencionadas en los versículos 1 y 2 no sucederán hasta que se revele el hombre de pecado. El versículo 8 dice que el malvado no será revelado hasta que se quite el que lo detiene. Obviamente, la aparición del hombre de pecado no puede suceder tanto antes como después del mismo evento, entonces, ¿qué me hace falta?

A

R: El problema radica en su interpretación de 2 Tesalonicenses 2:1-3. En el versículo 1, la frase “la venida de nuestro Señor y nuestro ser reunido con Él” incluye dos eventos separados. En uno, Él viene a la Tierra para estar con las personas donde ellas están (la Segunda Venida) y en el otro, la iglesia se reúne con ÉL para estar con Él donde Él está (el rapto). Recuerde en 1 Tesalonicenses 4:17 Pablo dijo que estaríamos “arrebatados” en las nubes para estar con Él.

En el versículo 2, Pablo estaba hablando del Día del Señor. Esta frase casi siempre se refiere a los juicios de los últimos tiempos. En el versículo 3 dijo que no vendrán hasta que haya una apostasía y aparezca el hombre de pecado (anticristo).

Luego en 2 Tesalonicenses 2:7-8 Pablo dijo que inicuo no sería revelado sino hasta que el que lo retiene fuera quitado de en medio. Muchos estudiosos creen que quien lo detiene es el Espíritu Santo, actualmente sellado en la Iglesia, que será quitado de en medio en el rapto. Entonces, los juicios del fin de los tiempos no pueden ejecutarse hasta que se revele el anticristo y Él no puede ser revelado hasta que la Iglesia haya sido removida.