¿Qué significa arrepentirse?

Q

Miércoles 10 de junio de 2020

P: Recientemente encontré la siguiente definición para arrepentirse. Es diferente a las otras que he visto. ¿Me podría usted decir si es correcta?

La palabra en el Nuevo Testamento usualmente traducida “arrepentirse” es la palabra griega “metanoeo”. Significa “cambiar de manera de pensar, reconsiderar, o, pensar de manera diferente.” De acuerdo, si una persona cambia su manera de pensar (se arrepiente) hacia ciertos pecados en su vida, esa persona puede volverse muy apenada y aún puede dejar de cometer esos pecados, pero eso sería el resultado de arrepentirse, no el arrepentimiento por sí mismo.

Cuando Dios le dice a una persona no salva que se arrepienta, Él tiene la intención que esa persona cambie su manera de pensar hacia la manera de acercarse a Dios y de aceptar Su forma de salvación. La persona debe cambiar su manera de pensar de cualquier idea de salvarse a sí misma por medio de obras religiosas o buenas, y confiar en la muerte de Jesús como el pago total por todo lo que ha hecho malo.

A

R: Esa es una gran definición y es la correcta. Gracias por enviármela. Arrepentirse significa cambiar de manera de pensar. Si usted reconoce que es un pecador que necesita de un salvador, usted no tiene que arrepentirse para ser salvo, solamente tiene que pedirle a Jesús que lo salve. Si usted reconoce que su comportamiento es pecaminoso, no tiene que arrepentirse, solamente tiene que confesarlo.

A muchos de nosotros se nos enseñó que arrepentirse significa dejar de hacer algo, pero si eso fuera cierto, todos dejaríamos de pecar antes de pedirle a Jesús que nos salve. Puesto que no podemos dejar de pecar, ninguno de nosotros podríamos ser salvos jamás.

Después de ser salvos el Señor envía Su Espíritu Salto para que habite en nosotros y nos ayuda a cambiar nuestro comportamiento, pero eso sucede después que somos salvos, no antes, y aun así realmente no dejaremos de pecar completamente hasta que seamos raptados o resucitados. Por eso es que hemos sido salvos por gracia por medio de la fe, y no por obras (Efesios 2:8-9).