Miércoles 24 de agosto de 2022
P: Hoy estaba leyendo Marcos 15 y 16 y encontré una situación interesante. En 15:46 menciona que José de Arimatea hizo la preparación para el entierro de Jesús, terminando con la declaración “… hizo rodar una piedra para sellar la entrada del sepulcro.”
Bueno. Luego en 16:3 se menciona cuando las dos Marías están en camino a la tumba y se menciona “¿Quién nos quitará la piedra para entrar al sepulcro?”
Pregunta. ¿Qué tan grande era esa piedra?
R: La tumba del huerto en Jerusalén, que muchos creen que es el lugar del entierro del Señor, fue excavada en una ladera rocosa para hacer un aposento similar a una cueva.
La apertura es casi lo suficientemente grande como para caminar sin agacharse. Se necesitaría una piedra de 1,5 a 1,8 metros de diámetro para taparla. A la derecha de la abertura, una ranura o un surco inclinado se cortó en la roca, corriendo a través de la abertura. Tenía un corte más profundo en la entrada de la tumba.
Nos dicen que una gran piedra redonda de aproximadamente 30 centímetros de grosor fue colocada en la ranura cuando la tumba fue construida y bloqueada para mantener la entrada abierta.
Después de colocar al Señor en la tumba, se quitó el bloque, permitiendo que la piedra se deslizara por la pendiente y se dejara caer en la hendidura para cubrir la abertura y trabar la piedra en su lugar.
Hubiera tomado a varios hombres una considerable cantidad de tiempo para remover la piedra y abrir la tumba.