Viernes 22 de abril de 2022
P: ¿Qué tenemos que creer acerca de los rasgos de Jesús (Dios, sin pecado, etc.) para que nuestra fe y confianza en su expiación sea válida? Por ejemplo, ¿cómo podría Su muerte en la cruz pagar por nuestros pecados si Él no fuera el Hijo de Dios perfecto?
R: En los inicios de la historia, cuando Dios quería el símbolo perfecto del Redentor que vendría a morir por los pecados del pueblo, eligió un cordero sin mancha ni defecto para servir como ofrenda por el pecado. Un corderito es la imagen de la inocencia y un cordero sin defecto es la imagen perfecta. No fue accidental que cuando Juan el Bautista viera a Jesús que venía hacia él, dijera: “Este es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo” (Juan 1:29).
Desde un punto de vista teológico, si Jesús no hubiera sido un hombre perfecto, sin pecado, entonces no podría haber calificado para ser nuestro redentor. Eso significa que tenía que ser Dios en forma humana porque no hay seres humanos sin pecado. En mi opinión, aquellos que no creen en su deidad están en un terreno inestable, por decir lo menos, incluso si creen que murió por sus pecados, porque si Él no es Dios, no sólo no pudo haber muerto por nuestros pecados, sino que alguien más debió haber muerto por los Suyos.
“Ustedes saben que fueron rescatados de una vida sin sentido, la cual heredaron de sus padres; y que ese rescate no se pagó con cosas corruptibles, como el oro y la plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, sin mancha y sin contaminación, como la de un cordero, que ya había sido destinado desde antes de que Dios creara el mundo, pero que se manifestó en estos últimos tiempos por amor a ustedes. Por él ustedes creen en Dios, que fue quien lo resucitó de los muertos y lo ha glorificado, para que ustedes tengan puesta su fe y su esperanza en Dios” (1 Pedro 1:18-21).