Queriendo querer hacerlo

Q

Lunes 5 de diciembre de 2022

P: Mi esposo quiere empezar a diezmar, y yo creo que yo también estoy supuesta a hacerlo como un acto de obediencia y gratitud y fe. Sin embargo, existe una gran brecha para mí es esa área entre mi fe y mi deseo de ser obediente. Estamos pasando momentos financieros difíciles y a mí me cuesta mucho aflojar el dinero que considero que no puedo gastar. Yo quiero QUERER diezmar, pero aún no llegó ahí. Yo creo en mi esposo cuando me dice que él ha sido bendecido como resultado de diezmar, pero yo no quiero diezmar solamente para recibir bendiciones. Yo sé que Dios no quiere mi dinero si no lo doy con un corazón sincero. Mi esposo cree que si yo empiezo a diezmar y veo las bendiciones y la provisión de Dios, entonces mi corazón va a cambiar. ¿Qué hago?

A

R: Parece que a usted la hacen falta tres cosas. La primera es gratitud, lo cual es el único motivo aceptable para diezmar. Y no estoy hablando solamente de la gratitud por las cosas que usted tiene, sino por el hecho de que el Señor le salvó la vida. Usted estaba muerta en sus pecados y destinada al castigo eterno, cuando la salvó. Pero él no solamente la salvó de eso, Él también al salvó para una eternidad de bendiciones que usted nunca podría ganar ni merecer. Mientras más aprenda usted acerca de lo que todo eso significa, más agradecida estará. Y como usted dijo, el Señor no necesita su dinero, pero darlo para que el Reino avance es la forma que Él quiere que usted exprese su agradecimiento.

La segunda cosa que a usted le falta es una mentalidad abundante. Usted piensa que el dinero que tiene es suyo y que solamente hay un monto para disponer. En realidad el dinero que usted tiene es del Señor y Él tiene un suministro infinito. Cuando usted aprenda a dar generosamente en gratitud por lo que a usted se le ha dado, usted experimentará las bendiciones de Su abundancia. Él dijo que con la misma medida con que damos, con la misma seremos bendecidos (Lucas 6:38).

Y la tercera cosa es fe. Usted está en lo correcto al decir que no debe dar solamente para recibir, porque eso sería avaricia y no agradecimiento. Usted debe dar por su agradecimiento por lo que usted ya ha recibido, y el Señor que mira la gratitud suya la bendecirá. Pero usted es la que tiene que dar el primer paso.

Si usted quiere querer dar, desarrolle una actitud de gratitud por lo que ya ha recibido. Primero trate de imaginar lo que su eternidad sería si el Señor no la hubiera salvado, y luego imagínese cómo será puesto que Él ya lo hizo. El resto seguirá por sí solo.