Viernes 10 de diciembre de 2021
P: Quiero preguntar sobre el pasaje en Juan 1:32-34. Este es el pasaje en el que Juan el Bautista dice que aún él no reconoció a Jesús excepto cuando el Espíritu Santo descendió sobre Él (Jesús). Mi pregunta es, ¿cómo es que Juan el Bautista pudo reconocer el Espíritu Santo en forma de un ave (paloma) pero no pudo reconocer a Jesús en forma humana? ¿No es que Juan el Bautista saltó en el vientre de su madre al escuchar la voz de María (quien estaba embarazada) cuando todavía no había nacido, habiendo reconocido la presencia de Jesús?
R: En efecto, Juan estaba diciendo que no había nada en la apariencia física de Jesús que lo distinguiera como el Hijo de Dios. Aun él, quien era un primo de Jesús, y lo había conocido durante toda su vida, no habría podido reconocer a Jesús como el Hijo de Dios con solamente verlo. Luego él ofreció una declaración como testigo ocular en cuanto a la verdadera identidad del Señor al informar que él había visto el Espíritu de Dios descender sobre Jesús cuando fue bautizado. Esa era la señal que Dios le había dicho a Juan que esperara para poder identificar positivamente a Jesús como el Hijo de Dios.
A propósito, esto es consistente con la profecía de Isaías de que el Mesías no tendría ninguna característica física extraordinaria. “No hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, pero sin atractivo para que le deseemos” (Isaías 53:2). Aun cuando Él empezó a predicar el Evangelio, su apariencia fue la de un hombre ordinario, el hijo de un carpintero de Nazaret. Pero las palabras que Él pronunció han cambiado todo el mundo.