Pero el juicio ante el Tribunal de Cristo es durante el cual las personas creyentes recibiran sus recompensas (1 Corintios 4:5), y no donde las perdedoras reciben su castigo. Recuerde, ese juicio sucede despues del Rapto, cuando todos estaremos en el Cielo en nuestro estado perfecto.
Las obras que califican para recompensa son las cosas que hemos hecho siguiendo la direccion del Senor y en Su poder. En Juan 15:5 El nos dijo que separados de El nada podemos hacer. Las obras que hacemos por nuestra propia iniciativa y poder son como las ramas que son cortadas y echadas en el fuego (Juan 15:6). Entonces la base para ese juicio sera los motivos de nuestro corazon, y no el resultado de nuestras acciones.
La frase «redimiendo el tiempo» (o «aprovechando bien el tiempo») se encuentra en Efesios 5:15-16. La idea es que si continuamos viviendo nuestra vida de la misma manera como lo hemos hecho siempre, el tiempo que pasemos en la Tierra como personas creyentes sera desperdiciado. Pero si somos cuidadosos en la manera como vivimos y aprovechamos toda oportunidad que se nos presenta, estaremos redimiendo el tiempo que de otra manera se habria desperdiciado.
En Efesios 5:18-20 Pablo nos da algunos ejemplos de como hacer eso, y todos se tratan de expresar nuestra gratitud por haber sido salvados.
«No se emborrachen con vino, lo cual lleva al desenfreno; mas bien, llenense del Espiritu. Hablen entre ustedes con salmos, himnos y canticos espirituales; canten y alaben al Senor con el corazon, y den siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Senor Jesucristo.»
En Hebreos 10:31 el escritor se esta refiriendo a las personas que «?Y que mayor castigo piensan ustedes que merece el que pisotea al Hijo de Dios y considera impura la sangre del pacto, en la cual fue santificado, e insulta al Espiritu de la gracia? (Hebreos 10:29).
Como es cierto a traves de la carta a los Hebreos, este versiculo tiene la intencion de advertirles a las personas que piensan que tienen que anadirle con su propio esfuerzo a la muerte del Senor para poder ganar o mantener su salvacion, pero eso no tiene nada que ver con las recompensas.
El escenario para Apocalipsis 21:4 en donde Juan dijo que el Senor va a enjugar todas las lagrimas de nuestros ojos, es el principio del Milenio, no el final, y es una promesa a la Iglesia de que el viejo orden de las cosas ha pasado ya.