Pero aparentemente eso se inicio mucho antes. Los rabinos de la antiguedad ensenaban que con la caida del ser humano cuando el pecado entro en el mundo, la tierra fue maldecida (hecha impura). Genesis 3:17 lo confirma.
En la ley judia, tocar una cosa inmunda hacia inmunda a la persona, de tal manera que Dios proveyo a Adan y Eva con un calzado para cubrir sus pies junto con otro ropaje como una manera de evitar el contacto con la tierra impura.
La presencia de Dios en un lugar hacia que ese lugar fuera limpio, y al decirle a Moises que se quitara el calzado frente a la zarza ardiendo, Dios se estaba autenticando a Si mismo al decir que era seguro estar ante El estando descalzo porque El habia santificado esa tierra. Fue lo mismo con Josue cuando se encontro con el Angel del Senor (Jesus) fuera del campamento en Josue 5:15.
Entonces, lejos de ser un mandamiento para que un ser humano se humille, era la promesa de Dios a la humanidad de que cada vez que estamos en Su presencia, estamos en Tierra Santa. El hecho de que eso aparece dos veces en las Escrituras lo certifica, porque dos es el numero del testimonio (Genesis 41:32 y Deuteronomio 19:15).