Martes 23 de agosto de 2022
P: Ref. Romanos 8:28-30
“Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de los que lo aman, es decir, de los que él ha llamado de acuerdo con su propósito. Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que sean hechos conforme a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó, también los llamó; y a los que llamó, también los justificó; y a los que justificó, también los glorificó.”
¿Podría explicar este versículo a la luz de otras publicaciones de preguntas y respuestas que ha respondido en este sitio? ¡Gracias!
R: La clave de este pasaje radica en comprender el orden de los pasos y el significado de las palabras involucradas.
Primero, Dios conoció de antemano (sabía de antemano quién lo elegiría)
Luego Él predestinó (designado u ordenado. En efecto, reservó un lugar para aquellos que lo elegirían)
Entonces Él llamó (en el momento señalado de nuestras vidas Él crea las circunstancias para que nosotros lo elijamos)
Entonces Él Justificó (una vez que lo elegimos a Él, nos mira como si fuéramos inocentes)
Luego glorificó (nos hará gloriosos)
Dios no nos hace hacer nada, pero Él sabe de antemano lo que vamos a hacer. Muchas personas pasan por alto el hecho de que la predestinación es el segundo paso en el proceso. El primer paso es que antes de crear al primer hombre, miró hacia abajo a través del tiempo y vio a todos los que lo elegirían. Sabiendo esto, Él se dispuso a hacer un lugar para ellos en Su Reino.
La resolución del problema del libre albedrío vs. predestinación es comprender que Dios no es alguien que tiene mucho tiempo. Está fuera del tiempo por completo y puede ver todo el espectro del tiempo a la vez. Nosotros hacemos nuestras propias elecciones y somos responsables de ellas. Él sabe qué elecciones haremos y se ha preparado para ellas.