«Yo se que en mi, esto es, en mi naturaleza humana, no habita el bien; porque el desear el bien esta en mi, pero no el hacerlo. Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero. Y si hago lo que no quiero, ya no soy yo quien lo hace, sino el pecado que habita en mi.»
El culmino su pensamiento en Romanos 8:1 al decir, «Por tanto, no hay ninguna condenacion para los que estan unidos a Cristo Jesus.»
Mientras mas compulsivos nos volvamos acerca de nuestro comportamiento, experimentaremos mas fracasos. Mas fracasos solamente pueden dar como resultado mas desanimo, y pronto el enemigo habra robado el gozo de nuestra salvacion. (El no puede robarse nuestra salvacion asi que tiene que conformarse con hacernos sentir miserables.)
Invoque Romanos 8:1 para usted mismo y uselo para dejar de preocuparse. El Senor conocia todos los pecados de su vida antes que usted los cometiera y los llevo a la cruz en donde El los perdono al morir en lugar suyo (Colosenses 2:13-14).