Jueves 1 de julio de 2021
P: Usted conoce la historia. Dios se había apartado de Saúl por lo que él fue a ver a la adivina de Endor, y ella llamó a Samuel por él… ¿o lo hizo? Cuando usted lee la historia en 1 Samuel 28:16-19, sucedió tal y como el profeta dijo. Saúl y sus tres hijos se unieron a Samuel en la muerte. El Señor también entregó a Israel y sus ejércitos en manos de los filisteos (1 Samuel 31:1-70). ¿Podría usted explicar eso?
¿Una adivina pudo llamar a Samuel? Si fue el diablo el que estaba personificando a Samuel, ¿hay alguna manera que podamos probar que las predicciones del diablo no fueron exactamente ciertas? Después de todo, en el 28:20 dice que Saúl se trastornó por las palabras de Samuel, como si en realidad era Samuel el que le estaba hablando.
¿Por qué Samuel apareció como un anciano? ¿No sería él un poco más joven en el ámbito espiritual? ¿Y por qué se encuentra la historia de David y Amalec dentro de la historia de la adivina y la muerte de Saúl?
R: En mi opinión la mujer llamó al espíritu real de Samuel, el cual por este y muchos otros pecados, condenó a Saúl y sus hijos a morir y entregó a los israelitas en manos de los filisteos. El Señor había expresamente prohibido cualquier comunicación entre los vivos y los muertos (Deuteronomio 18:9-13).
La aparición de Samuel fue para permitirle a Saúl que lo reconociera, luciendo como era previamente. También, Samuel no estaba regresando de la resurrección, sino de la habitación de los muertos, lugar en donde la estaba aguardando.
Colocar la historia de David y los amalecitas entre el principio y el fin de la destrucción de Saúl, presente un bonito contraste entre un Saúl desobediente y un David fiel. Saúl lo tenía todo pero lo perdió. David perdió todo pero lo recuperó, incluyendo sus esposas.