¿Se contradijo Jesús?

Q

Viernes 24 de diciembre de 2021

P: Me es difícil poder reconciliar Juan 3:14-15 con Juan 6:44, por lo que me gustaría tener su opinión.

A

R: Juan 3:14-15 es una referencia al momento cuando Dios envió las serpientes venenosas entre los israelitas como castigo por su desobediencia. Dios hizo que Moisés hiciera una imagen de bronce de una serpiente y la colocara sobre un poste en el campamento. Luego Dios hizo que Moisés les dijera que cualquier persona que fuera mordida mirara a la serpiente en el poste para ser curada (Números 21:4-9).

Jesús dijo que eso era un modelo de la crucifixión. Todos hemos sido envenenados por nuestros pecados y estamos destinados a morir. Pero cualquiera que mire a la cruz y crea en lo que Jesús hizo allí será salvo de la muerte para tener vida eterna. Este es uno de los muchos lugares en el Nuevo Testamento que demuestra que nuestra salvación es un asunto de elección. Juan 3:16 y Juan 6:40 no son sino dos ejemplos que proceden de los mismos pasajes de su pregunta. Algunos otros son Mateo 7:7-8; Romanos 10:9; 10:13; Efesios 1:13-14; 1 Timoteo 2:3-4; 2 Pedro 3:9.

Pero luego Juan 6:44 dice, “Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no lo trae. Y yo lo resucitaré en el día final.” Este versículo parece indicar que no es nuestra elección, sino que Dios es quien elige.

La solución a esta aparente contradicción se encuentra en Romanos 8:29-30. Estos versículos dicen que Dios conocía de antemano quiénes decidirían aceptar a Jesús como su Salvador (Él conoció). En ese momento Él reservó un lugar para esas personas en Su Reino (Él predestinó). En el momento apropiado en sus vidas Él las llamó para que tomaran la decisión que Él sabía que harían (Él llamó) y cuando respondieron Él aplicó la Sangre de Jesús como pago total de sus pecados (Él justificó). En la resurrección/rapto, Él les dará la bienvenida al lugar que Él les había reservado en Su Reino (Él glorificó).

En efecto, Juan 6:44 dice que las únicas personas que vendrán a Jesús son las que Dios ya sabía que lo harían, porque Él había mirado a través del tiempo y las había visto hacerlo. De otra manera Jesús se habría estado contradiciendo, y puesto que Él es Dios en forma humana, sabemos que eso sería imposible.