Siete demonios y cuarenta azotes

Q

Martes 20 de julio de 2021

P: He oído que Jesús expulsó siete demonios de María Magdalena. Si eso es así, ¿qué eran ellos? También, mi hermana leyó que cuando Jesús estaba siendo azotado antes de Su crucifixión, que recibió 40 azotes menos uno. ¿Sabe usted por qué eso está redactado de esa forma? ¿Por qué no decir 39 azotes?

A

R: En Marcos 16:9 se nos dice que Jesús había expulsado 7 demonios de María Magdalena. Lo que yo he podido determinar es que esa es la única referencia bíblica del evento y no se da ningún detalle adicional. Algunos eruditos cuestionan seriamente la autenticidad de los últimos 12 versículos del Evangelio según Marcos, empezando con el versículo 9, diciendo que los mismos contienen información no verificada, y fueron escritos en un estilo lingüístico diferente, y no están incluidos en importantes manuscritos tempranos. Sin embargo, puesto que el Espíritu Santo permitió su inclusión, debemos asumir que están ahí por alguna razón.

En cuanto al tema de los 40 azotes menos uno, 40 azotes era el método prescrito de interrogación. El látigo que se usaba tenía múltiples cordones a los cuales se les ataban pedazos de hueso o de metal. Eso hacía que con cada golpe esos pedazos de material se incrustaran en la piel y cuando se jalaban arrancaban pedazos de carne de la espalda del prisionero. Muchos prisioneros no sobrevivían a ese método de interrogación.

La idea era que si mientras el prisionero era azotado confesaba los crímenes que había cometido, el soldado aplicaría menos fuerza en cada golpe. Pero si no confesaba, el látigo se aplicaba con mayor fuerza. Como una señal de misericordia, los judíos requerían que uno de los 40 azotes se omitiera cuando su gente estaba siendo interrogada, de aquí la frase 40 azotes menos uno.

Puesto que Jesús no había cometido ningún crimen, y puesto que Él no podía mentir ni inventar cosas para aliviar la fuerza de cada golpe, Él recibió el efecto máximo de la golpiza. En opinión de la revista de la Asociación Médica Estadounidense de Nueva Inglaterra, la carne de la espalda del Señor fue completamente arrancada, dejando expuesta Su caja torácica, y Él habría quedado en un shock profundo después de Su interrogación.

Pablo soportó cinco de esos interrogatorios, en tres ocasiones fue golpeado con palos de madera, y una vez fue apedreado (que era el método judío de ejecución). Yo creo que ese fue el aguijón en la carne del cual Pablo se quejaba, y cuando Jesús dijo, “Bástate Mi Gracia” Él en realidad estaba diciendo, “No te preocupes, Yo te curaré cada vez.”

Para más detalles sobre este tema usted puede leer mi artículo titulado  Bástate Mi Gracia