¿Qué significa arrepentirse para ser salvo?

Q

Lu es 18 de octubre de 2021

P: ¿Qué tiene que ver el arrepentimiento para ser uno salvo? Con frecuencia leemos que sólo pedimos perdón y creemos en Jesús.

A

R: Esto es confuso para muchas personas porque en algún momento la palabra “arrepentirse” se re definió para que significara “cambiar de manera de comportarse.” Pero la palabra griega traducida “arrepentirse” en el Nuevo Testamento realmente significa “cambiar de manera de pensar.” Se usa mayormente en los Evangelios y en la primera parte del Libro de los Hechos cuando ya sea Jesús o los discípulos/apóstoles amonestaban a sus escuchas judíos a arrepentirse para ser salvos.

Debido a que la audiencia había sido enseñada a guardar la Ley como el camino para la salvación, las personas necesitaban cambiar su manera de pensar y darse cuenta que necesitaban un Salvador. Eso es lo que Jesús estaba enseñando en Mateo 5:20 cuando Él dijo que a menos que su justicia fuera mayor que la de los fariseos ciertamente no entrarían en el Reino de los Cielos. Los fariseos habían dedicado toda su vida a guardar aún el detalle más pequeño de la Ley, y Jesús estaba diciendo que eso no era suficiente para la salvación. Se necesitaba todavía una mayor justicia que esa.

Más tarde, Pablo escribió que Dios había dado a conocer una justicia aparte de la Ley la cual viene por medio de la fe en Jesús a todos los que creen, y esta justicia era suficiente para salvarnos (Romanos 3:21-24). Este es la justicia a la que Jesús se refería.

Las personas gentiles no necesitaban cambiar de manera de pensar acerca de salvarse por medio de la Ley, sino que necesitaban cambiar su manera de pensar acerca de su comportamiento y reconocer que el mismo era pecaminoso. Esto es cierto para las personas incrédulas hoy día también. Antes que alguien pueda ser salvo, debe darse cuenta de que son personas pecadoras y creer que Jesús murió y resucitó de nuevo para que sus pecados puedan ser perdonados. Eso es lo que la frase “arrepiéntanse para ser salvos” significa.

Por consiguiente, cuando le hemos pedido a Jesús que sea nuestro Salvador, el arrepentimiento se ha llevado a cabo.