El significado del Milenio

Q

Miércoles 16 de febrero de 2022

P: Por favor ayúdeme a entender algo sobre el Reino del Milenio. Según las descripciones del Reino en Isaías y en otros lugares, será gobernado por el mismo Jesús desde Jerusalén. Se caracterizará por la paz, y “ninguno se lastimará ni destruirá…” ¿Cómo puede ser eso si la gente será mortal y aún vivirá en su estado pecaminoso al grado de que, cuando Satanás sea soltado 1000 años más tarde, se rebelarán de nuevo, acarreando una nueva guerra de Gog-Magog? ¿Cuándo es que empezarán a lastimarse y a destruirse de nuevo? ¿Qué es lo que Jesús, omnisciente/omnipotente, puede hacer acerca de eso? Eso pareciera ser un tiempo cuando nosotros la Iglesia, seremos llamados a salir de la Nueva Jerusalén para vigilar a la gente (sobre lo cual las Escrituras guardan silencio).

A

R: Durante años he pensado acerca del milenio y su propósito. Finalmente llegué a la conclusión de que es la última oportunidad que tendrá la gente para mostrar si puede vivir de acuerdo a los estándares de Dios. El hombre natural siempre ha esgrimido tres excusas para justificar su fracaso para hacerlo, así que en el milenio esas excusas serán removidas. Primero el hombre ha culpado al diablo, así que durante todos los 1000 años el diablo estará encadenado y aprisionado (Apocalipsis 20:2). Segundo, el hombre ha culpado la mala influencia de los incrédulos, así que al inicio del milenio solamente a personas creyentes les será permitido ocupar la Tierra (Mateo 25:34). Y tercero, el hombre ha culpado la ausencia del Señor, así que durante el milenio el Señor será Rey de toda la Tierra, gobernando en persona (Zacarías 14:9).

Aún es este entorno perfecto el hombre natural fracasará, hundiéndose progresivamente una vez más a un nivel tan bajo que cuando Satanás es soltado podrá de inmediato reunir un gran ejército para intentar una vez más derrotar el Señor.

La Iglesia nunca será llamada a ser policía de la Tierra porque su meta no es imponer el orden. El Señor no necesitará ninguna ayuda para hacer eso. La meta es demostrar de una vez por todas que no existe ninguna circunstancia o condición en la cual el hombre natural pueda vivir una vida que agrade al Señor.