Lunes 18 de abril 2022
P: Tengo una pregunta. He orado muchas veces y le pedí al Señor que me salve. Sin embargo, a veces siento que debo vivir bien para ser salvo, y sé que eso está mal, pero no sé cómo detenerme. Además, quiero hacer cosas que sé que son pecado porque es divertido, aunque sé que eso está mal. ¿Tiene alguna sugerencia? ¿Soy incluso salvo?
R: Todo creyente experimenta conflictos de este tipo. Los sentimientos acerca de vivir bien provienen del Espíritu Santo que le impulsa a usted a vivir de una manera que complace al Señor como una forma de expresar su gratitud por el regalo gratuito de la salvación. Pablo lo llamó vivir de acuerdo con lo que ya hemos alcanzado (Filipenses 3:16).
Los sentimientos acerca del pecado provienen del hecho de que, aunque usted es salvo, el deseo de pecar no le ha abandonado. Este conflicto durará en su vida. Pablo también habló de esto (Romanos 7:18-20).
Lo importante que debemos recordar es que la salvación es por fe. En otras palabras, depende de su fe en lo que Jesús hizo por usted, (Juan 3:16) no en lo que usted puede hacer por usted mismo.
Jesús dijo: “Pidan, y se les dará, busquen, y encontrarán, llamen, y se les abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, encuentra; y al que llama, se le abre” (Mateo 7:7-8). Esto significa que todos los que sinceramente piden la salvación, la reciben. Romanos 10:9, Romanos 10:13, Efesios 2:8-9, Tito 3:4-7 confirman que, si usted le pedido sinceramente al Señor que lo salve, entonces Él ya lo ha hecho.