Miércoles 26 de junio de 2019
P: ¿Qué dice la Biblia acerca de los sueños? ¿Qué importancia tienen, tanto para el propósito profético como para el “día a día”?
R: Hay varios ejemplos de sueños que sirven como mensajes de Dios en la Biblia. Por ejemplo, el hijo de Jacob, José, tuvo 2 sueños proféticos. Más tarde, el faraón y dos de sus oficiales tuvieron sueños que José interpretó. Nabucodonosor también tuvo dos sueños que Daniel interpretó para él y José de Nazaret tuvo varios en relación con el nacimiento del Señor. Los magos también fueron advertidos en un sueño de mantenerse alejados de Herodes al salir de Belén. Y hay otros ejemplos.
Al citar a Joel, Pedro dijo que en los últimos días los jóvenes verían visiones y los viejos soñarían sueños. (Hechos 2:17)
Así que hay una mención periódica de que los sueños son mensajes de Dios tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento. Pero eso no quiere decir que todos o incluso la mayoría de los sueños sean mensajes de Dios; inclusive los que parecen ser bastante raros. Según las descripciones de la Biblia, parece que cada persona que tuvo un sueño de ese tipo sabía que era un mensaje especial, y en esos casos, cuando no podían entenderlo, Dios envió a alguien para que se los interpretara.
Es importante recordar que cuando Dios envió a alguien, Él les proporcionó las credenciales necesarias. José había demostrado su habilidad con el panadero y el copero antes de interpretar el sueño de Faraón, y Daniel le reveló el sueño de Nabucodonosor a pesar de que su contenido se había mantenido en secreto. Y ambos hombres le dieron todo el crédito a Dios.