Viernes 19 de noviembre de 2021
P: En mi reciente estudio de los falsos profetas en 2 Pedro 2:10 y Judas 8, aparecen términos como “los gloriosos” o “los seres celestiales” (depende la versión de la Biblia que se usa), y que se utilizan para describir la blasfemia de los falsos profetas, pero los ángeles no se atreven a proferir. ¿Quiénes son estos seres celestiales? El uso de la palabra griega es curioso.
R: La palabra griega traducida como seres celestiales es doxa. Para definir esa palabra se usan varios superlativos, uno de los cuales es la majestad de Dios a la que Cristo fue elevado después de Su ascensión. Pablo describe eso como estar más allá de toda regla o autoridad, poder y dominio, y de todo título que pueda otorgarse no solamente en la era presente sino en las venideras (Efesios 1:19-21).
Al comparar las referencias que usted citó, podemos ver que ninguno de los escritores se estaba refiriendo al Padre o al Hijo, y la frese “seres celestiales” no describe a ángeles ordinarios tampoco. Judas usó el ejemplo de Miguel el arcángel que no se atrevió a emitir acusaciones en contra de Satanás (Judas 1:9). El título Arcángel significa jefe de los ángeles y la función de Miguel es ser el capitán de los ejércitos del Señor. Por consiguiente, Satanás pudo haber estado incluido entre estos seres celestiales, todos los cuales son superiores en rango a Miguel. Eso los colocaría en la misma cabeza de los rangos angelicales.
Quizás el uso más asombroso de esta palabra es que Pablo escogió una forma compuesta de la misma para describirnos como una iglesia gloriosa en Efesios 5:27. Cuando Jesús bajó de Su trono, Él evitó los rangos angelicales para convertirse en un hombre para poder salvar a la humanidad. Cuando ascendió al Cielo, Él retornó a Su trono y proveyó el camino para que nosotros podamos ascender por encima de los ángeles y sentarnos con Él allí (Efesios 2:6-7; Hebreos 2:5-8).