Lunes 1 de febrero de 2021
P: Hoy leí algo que me molestó y me gustaría conocer su opinión al respecto. Sé que has mencionado que todos estaremos ante el Tribunal de Cristo para recibir recompensas, pero esto es lo que leí…
Todo lo que hice será analizado y examinado abiertamente por el Señor Jesucristo. Todo lo bueno… y todo lo malo. Se me pedirá que dé cuenta de cada palabra, cada acto, cada pensamiento.
Ahora incluso como cristiano ‘trato’ de vivir lo mejor que puedo porque amo al Señor pero he hecho cosas de las que no estoy orgulloso pero siempre pido perdón y le pedí al Señor que me ayudara con mi actitud. sobre personas y situaciones, pero a veces fallo.
Pregunta: ¿No están todos mis pecados cubiertos por la sangre y si no, por qué no? Hay un coro que dice, Cuando Él (Dios) me mira, no ve lo que yo solía ser, sino que ve a Jesús.
Parece que para la mayoría de las personas creyentes, el Tribunal de Cristo será una experiencia insoportable
R: En 2 Corintios 5:10 Pablo escribió: “Porque es necesario que todos comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba lo que le es debido por lo que hizo mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o malo”.
Este versículo tiene que ver con las recompensas que recibiremos por nuestras obras como personas creyentes y no se refiere a nuestros pecados. Las buenas obras son aquellas a las que Él nos ha llamado a hacer y por las que Él ha recibido la gloria. Las malas acciones son aquellas que hemos hecho con nuestras propias fuerzas y por las que nos hemos atribuido el mérito. Recibiremos recompensas por nuestras buenas acciones, pero nuestras malas acciones serán quemadas en el fuego.
En cuanto a nuestros pecados, todos fueron llevados a la cruz y tratados allí (Colosenses 2:13-14). Él los ha perdonado y olvidado, y ahora es como si nunca hubieran sucedido. Debido a nuestra fe, somos una nueva creación a sus ojos (2 Corintios 5:17), tan justos como Él es (2 Corintios 5:21).
Mateo 12:36 dice que en el juicio la humanidad tendrán que dar cuenta de cada palabra descuidada que hayan pronunciado. Pero el versículo 37 dice que por nuestras palabras seremos absueltos y por nuestras palabras, seremos condenados.
Las palabras que le hablamos al Señor cuando le pedimos que nos perdone y nos salve de nuestros pecados nos absolverán. Pero las personas que no pidan ser perdonadas serán condenadas.
Uniendo todo esto, usted podrá ver que seremos recompensados por las cosas que hacemos en obediencia al Señor, y absueltos por pronunciar las palabras que nos traen la salvación. Todos nuestros pecados han sido perdonados y nunca volverán a ser recordados.
El Salmo 103:12 dice: “Cuanto está el oriente del occidente, así ha alejado de nosotros nuestras rebeliones”.