Lunes, 9 de noviembre de 2020
P: ¡Gracias por este ministerio! Me gusta mucho leer las preguntas y respuestas. Leí sus artículos sobre el alcohol y estoy de acuerdo en que la Biblia no dice que no podemos beber alcohol mientras no pequemos como resultado de ello. Mi problema es este: Mis pastores requieren que cualquier persona en el liderazgo firme un pacto que indique que no fumará, beberá alcohol o verá películas que “no agradan al Señor”.
Soy el coordinador de oración en mi iglesia. Mi pastor es un alcohólico recuperado. Parece que su preocupación es lo que “otras personas pensarían si vieran a un líder bebiendo”. Estoy de acuerdo, no debería beber en su presencia, o tal vez incluso en público, pero creo que él está convirtiendo una convicción personal en una doctrina, y estoy luchando con el tema de la presentación en esta área. ¡Dios lo bendiga y gracias!
R: Estoy de acuerdo con usted. Si bien creo que un líder no debe participar en un comportamiento público que refleje mal a la iglesia o que pueda causar que otra persona tropiece, no existe una advertencia bíblica contra la bebida.
Jesús bebió vino y milagrosamente proporcionó suficiente vino para toda una fiesta de bodas (Juan 2:1-11). Ciertamente, alguien que se opusiera a beber no habría hecho eso. Pablo les dijo a los creyentes en Corinto que bebieran en casa (1 Corintios 11:22) y no hicieran tropezar a nadie (1 Corintios 10:31-32).
Pero este hombre es su pastor y como líder, usted está subordinado a él. Yo intentaría mostrarle los versículos relacionados con la bebida, acordaría abstenerme de beber en su presencia o en compañía de otras personas creyentes, ya sea en público o en privado, y luego usted verá si puede llegar a un acuerdo con él.