Martes 7 de septiembre de 2021
P: Raramente, si acaso lo hago, emito un comentario a una respuesta en su sitio web. He recibido muchas, pero muchas bendiciones de sus enseñanzas. De vez en cuando he estado en desacuerdo con algún comentario que usted ha hecho simplemente porque usted puede haber estado en lo correcto y yo pude haber estado equivocado. Sin embargo, tengo que hacer una amorosa excepción a su frase, “muchas personas que discuten en contra de diezmar están tratando de justificar su nivel de dar.” Hacer esa amplia acusación en contra de quienes no están de acuerdo con el diezmo, no es justo.
En muchas iglesias mal equipados líderes financieros han adeudado la iglesia diciendo que han “tomado un paso en fe” dando como resultado que la iglesia tenga problemas financieros. Les advierten a sus miembros que den un paso de fe y diezmen para que puedan crecer como personas cristianas, cuando en realidad han sido sus tontas decisiones lo que causó eso. El diezmo también se ha vuelto una fuente de orgullo insalubre para que muchos miembros de la iglesia que son “espiritualmente maduros” se aseguren de que la congregación sepa que son diezmadores. En resumen, puede volverse demasiado legalista a otras personas cristianas, y confuso para las personas nuevas.
R: Usted parece que está condenando una idea adelantada por el Señor simplemente porque la ha visto ser mal usada por el ser humano. Dije lo que dije porque nunca he oído a una persona que da el 10% o más al Señor, quejarse sobre el diezmo. Son las personas que dan menos del 10% las que objetan eso. La gente que diezma por la razón correcta, la cual es el agradecimiento por lo que se les ha dado, no pensarían en dejar de diezmar. De hecho, muchas de ellas buscan la oportunidad de dar más porque saben por experiencia que el dar voluntaria y generosamente es una de las mejores maneras para asegurar la bendición financiera. Han demostrado la promesa del Señor de que con la medida que usamos nos será medido a nosotros (Lucas 6:38). El Señor ama al dador generoso y le recompensa con bendiciones generosas.