En cuanto al llamado de Dios, Romanos 8:29-30 dice que a los que antes conocio, tambien los predestino. Y a los que predestino, tambien los llamo; y a los que llamo, tambien los justifico; y a los que justifico, tambien los glorifico. Una lectura cuidadosa de estos versiculos nos muestra que El solamente llama a las personas que El conocia y predestino y que El no pierde a nadie en el camino.
Uniendo todo eso queda claro que si usted decide entregarle su vida al Senor, El ya ha visto eso y ya le ha reservado un lugar en Su Reino.
En cuanto al Espiritu Santo. En el momento que somos salvos y salvas, el Espiritu Santo nos guia en nuestra vida con el Senor (Juan 14:16-17) y sirve como un deposito que garantiza nuestra herencia (Efesios 1:13-14).
El llega como un consejero, no como un comandante, de tal manera que es nuestra eleccion seguir Su consejo o no. Pero si de manera rutinaria nosotros menospreciamos Su consejo, perderemos la capacidad de poder escuchar Su voz. En 1 Tesalonicenses 5:19 Pablo le llamo a eso apagar el Espiritu. No perderemos nuestra salvacion, sino que no viviremos la vida que El tuvo la intencion que vivieramos.
Uniendo todo lo anterior usted podra darse cuenta de que el llamado que Dios hace antes de ser salvos y salvas y el consejo que el Espiritu Santo nos da despues, no son lo mismo.