Lunes, 12 de junio de 2017
P: No sé si la Biblia lo explica, pero quizás usted me puede dar alguna perspectiva.
¿Por qué el Señor utilizó saliva y barro para curar a un ciego en vez de solamente pronunciar la palabra? ¿Qué lección debemos aprender de eso?
R: Usted se está refiriendo a Juan 9:1-12. Yo creo que el Señor estaba demostrando un punto acerca de trabajar en un Sabbath. Esto nace de Juan 9:13-16 por el hecho de que las autoridades estaban molestas de que Él había “hecho lodo y lo había untado en los ojos del hombre” en un Sabbath.
Los fariseos sostenían que si uno escupía en un Sabbath y la saliva terminaba en una roca, eso estaba bien. Pero si terminaba en el polvo uno era culpable de hacer barro. Jesús fue más allá al mezclar a propósito la saliva con el polvo para no dejar ninguna duda de que Él estaba trabajando en un Sabbath, de acuerdo con la interpretación que ellos le daban a la Ley.
Eso originó Su acusación de que ellos estaban espiritualmente ciegos, y que solamente podían entrar en el Reino a través de Él, sin importar lo obsesivamente que guardaran la Ley.
Juan usó este formato siete veces al escribir el Evangelio que lleva su nombre, empezando con un milagro, seguido por un discurso y concluyendo con la declaración de “Yo soy.”