Viernes 31 de julio de 2020
P: Me gustaría su consejo sobre un problema que estoy enfrentando. Durante la mayor parte de mi vida estuve involucrado con prácticas ocultas como la lectura de cartas del tarot y el lanzamiento de hechizos. Como cristiano nominal en ese momento, no vi nada malo con este comportamiento.
Durante ese período de tiempo cuando estaba en lo oculto, literalmente desarrollé un talento para escribir de la nada. Me volví muy prolífico y a menudo trabajé en tres o cuatro historias a la vez. No buscaba convertirme en escritor ni nada, simplemente sucedió.
Bueno, hace poco más de un año, el Señor me abrió los ojos y me di cuenta de que tenía que detener todas las lecturas de la carta del tarot y otras cosas que no le agradaban a Él. Y sólo entonces noté, quiero decir, realmente, realmente noté, que muchas opiniones o prácticas ocultas y de la nueva era, o sólo menciones de esas cosas, habían aparecido en algunas de mis historias todo el tiempo (a veces muy densas).
Así que ya no soy un “Wiccan dentro del armario”, pero me gustaría comenzar a escribir de nuevo. ¡Pero no puedo escribir nada! No estoy seguro si es un bloqueo de escritor o si es porque los demonios me habían dado la capacidad de escribir. O si es porque tengo miedo de abrir mi mente a la imaginación en caso de que esos molestos demonios intenten encontrar una forma de entrar de nuevo. Usted sabe, el versículo sobre los demonios que se van y regresan con los que son siete veces peores, juega mucho en mi mente. Estoy muy frustrado. Cualquier idea que usted me pueda brindar sería bienvenida. ¡¡Gracias!!
R: Los regalos vienen de Dios, no de Satanás. Todo lo que Satanás puede hacer es manipularlo a usted para que use sus dones por la razón equivocada. Cuando usted descubre lo que está haciendo y se detiene, él puede hacerle tener miedo de usarlos por la razón correcta, que es lo que está sucediendo.
En la historia sobre el espíritu maligno que es expulsado de un hombre y regresa (Mateo 12:43-45), observe que cuando el espíritu maligno regresó encontró la “casa” vacía. El punto del Señor era que, si no se encuentra a otro ocupante, el espíritu maligno volverá y traerá a sus amigos con él.
Es interesante que, en el contexto de la historia, el espíritu maligno era la obra religiosa de ellos y el otro ocupante al que Él se refería era Él mismo. Si no ellos reemplazan sus propias obras religiosas interminables con fe en Su obra completa, se volverían aún más esclavos de su religión.
Después de que usted ha reemplazado ese espíritu maligno con un amor por el Señor, usted no tiene que preocuparse de que el mismo que regrese. Usted tiene un nuevo ocupante. Si usted se resiste al diablo, él huirá de usted (Santiago 4:7)