Viernes 8 de septiembre de 2023
P: Juan el Bautista conoció y supo de Jesús en varias ocasiones: antes de nacer, mientras bautizaba a Jesús, etc. (además de ser primo de Jesús) y, sin embargo, Juan tuvo que asegurarse una vez más después de que Herodes lo arrestó. ¿Qué le hizo dudar mientras estaba en prisión?
R: Según los relatos bíblicos de sus vidas, es difícil creer que Juan el Bautista tuviera dudas sobre quién era realmente Jesús y, sin embargo, su pregunta en Mateo 11:2-3 hace parecer como que las tuvo. Este es uno de esos casos donde un poco de conocimiento previo es útil. En los tiempos del Señor había un grupo religioso llamado los esenios. Josefo los llamó la tercera secta religiosa principal después de los fariseos y los saduceos. Los conocemos como la fuente de los Rollos del Mar Muerto. No entendieron la profecía mesiánica y creyeron que habría 2 mesías en lugar de dos visitas de la misma persona. Llamaron a uno Hijo de José después del undécimo hijo de Jacob. Sería el siervo sufriente que moriría por la gente. El otro sería un rey conquistador al que llamaron Hijo de David.
Según la tradición, Juan pasó un tiempo con los esenios. Creo que él sabía de esta creencia y quería aclarar las cosas. La pregunta que envió con sus discípulos podría traducirse del griego como: “¿Eres el (único) que iba a venir, o deberíamos (también) esperar a alguien más?”
En Su respuesta, el Señor les recordó los milagros que Él había realizado (Mateo 11:4-5). Los esenios creían que algunos de estos milagros serían realizados por “Hijo de José” y otros serían realizados por el “Hijo de David”. En efecto, al señalar los milagros de ambos, Jesús estaba diciendo: “Yo soy el único”.
Juan no tenía ninguna duda. Envió a sus discípulos a Jesús para eliminar sus dudas.