Martes 5 de diciembre de 2023
P: Yo codirijo un grupo de hombres en nuestra iglesia. En el grupo tenemos a un profesional de psicología retirado, muy inteligente. Él dice que no cree en el pecado, el infierno en el cielo ni en la deidad de Jesús. Él ve la Biblia como otro libro más de Verdad, y elije y selecciona lo que más se ajusta a sus necesidades para aprenderlo—como lo haría con cualquier otro libro. Este hombre tiene 84 años y está dispuesto a jugarse su eternidad con sus propios puntos de vista y creencias filosóficas. Yo no sé qué decirle a esa clase de “buscador” intelectual. En este momento, solamente oro por él. Él es un hombre bueno y amable, ¡pero muy perdido en su propio “intelecto mundano”! ¿Qué debo hacer?
R: Yo no creo que ese hombre sea un “buscador”. Yo más bien creo que él está ahí para hacer que usted y los demás en el grupo tengan un cambio de opinión acerca de sus creencias. Ya sea que lo hagan intencionalmente o no, estas personas son lobos con piel de oveja, y en el lugar suyo yo sería muy cuidadoso al dejarlo participar en alguna discusión, especialmente si ustedes tienen algún creyente “frágil” en el grupo. Recuerde, el propósito de los grupos pequeños es poder fortalecerse unos a otros en la fe, y en mi opinión eso solamente puede lograrse a través de un estudio de la palabra de Dios con personas que piensan de manera similar.