Viernes 15 de febrero de 2019.
P: Yo era un mal ejemplo de un cristiano cuando le pedí a Él que me salvara y viví en la inmoralidad durante 5 años. Aunque me he arrepentido por completo y he estado casado fielmente durante décadas, y estoy totalmente comprometido con el Señor y cuidadoso con mi caminar, todavía me preocupan los pasajes en las Escrituras que dicen que los injustos no irán al cielo. ¿Qué le diría usted a las personas que fueron lavadas como 1 Corintios 6:11 dice, pero ¿quién volvieron a caer en pecado?
R: Primero, usted debe entender que la nuestra es una justicia que proviene de Dios a través de la fe en Jesucristo, y no por algo que hemos hecho. Todos hemos pecado y no alcanzamos la gloria de Dios, pero hemos sido justificados libremente por Su gracia a través de la redención que vino de Jesús (Romanos 3:22-24).
Aunque aún pecamos, Dios continúa viéndonos justos porque, desde Su perspectiva, cualquiera que está en Cristo es una nueva creación. Lo viejo se ha ido, lo nuevo ha llegado (2 Corintios 5:17)
“Al que no cometió ningún pecado, por nosotros Dios lo hizo pecado, para que en él nosotros fuéramos hechos justicia de Dios” (2 Corintios 5:21).
“Pero cuando se manifestó la bondad de Dios, nuestro Salvador, y su amor para con las personas, nos salvó, y no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo, el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo, nuestro Salvador, para que al ser justificados por su gracia viniéramos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna” (Tito 3:4-7).