Un obrero aprobado

Q

Martes, 19 de diciembre de 2017

P: ¿Me podría explicar con más detalles 2 Timoteo 2:15? ¿Cuál es el contexto dentro del cual Pablo escribió esto?

A

R: 2 Timoteo 2:15 dice:

Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.”

La palabra griega traducida aprobado es dokimos. Viene del mundo de las finanzas y es la clave para entender este versículo. Todo el dinero era acuñado en esos días y su valor se determinaba por su peso. Los cambistas deshonestos le rasparían algo del metal a las monedas que manejaban, haciéndolas valer un poco menos que su valor facial. Ese poco raspado de cada moneda era una ganancia oculta que con el tiempo se usaba para hacer más monedas que no les costaban nada.

Pero algunos cambistas eran personas íntegras, que no aceptaban ni distribuían el dinero más liviano, sino que eran personas honorables quienes solamente ponían dinero genuino con su verdadero peso a circular. Estas personas eran llamadas dokimos. Estaban aprobados porque de manera correcta manejaban el dinero que se les había confiado (Donald Grey Barnhouse, Romanos: La Gloria de Dios, p. 18.)

La versión Reina Valera en Español usa la frase “traza bien” en lugar de “usa bien”. La palabra griega allí es “ortotomeo” que significa “proceder en el camino recto, mantener una dirección recta, equivalente a hacerlo bien.” Timoteo era joven y uno de los primeros pastores de la Iglesia. Pablo le estaba aconsejando que no se involucrara en debates sobre diferentes interpretaciones, sino que estudiara para que pudiera entregar el peso completo de la palabra de Dios en su propio contexto, no en una versión liviana. Luego él podría presentarse ante Dios como un maestro de integridad, como uno aprobado, un dokimos que usa correctamente la palabra de la verdad, y no estaría avergonzado de lo que ha enseñado.

Algunos dispensacionalistas extremos han usado esta frase como una excusa para decidir qué partes del Nuevo testamento son para la Iglesia y cuáles no. En mi opinión, esto excede de forma inapropiada la intención de Pablo en sus instrucciones a Timoteo.