Miércoles 19 de agosto de 2020
P: Tengo una pregunta respecto a Mateo 12:36 y su correcta aplicación. Dice, “Pero yo les digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio.” Yo sé que usted ha dicho que Jesús se estaba dirigiendo a los fariseos. Pero algunos predicadores dicen que esta escritura es una advertencia para todas las personas cristianas e incrédulas. Si Jesús solamente se estaba dirigiendo a los fariseos, ¿por qué él dijo “todos los hombres”?
R: Si usted empieza a leer en Mateo 12:24 puede ver que el Señor les estaba hablando a los fariseos aquí. Pero lo más importante es que una interpretación correcta de Mateo 12:36 requiere añadirle el versículo 37 para completar la idea, porque los dos versículos están unidos.
Mateo 12:37 dice, “Porque por tus palabras se te absolverá, y por tus palabras se te condenará.” (NVI)
El Señor dijo que algunas palabras que decimos pueden absolvernos. La palabra griega que Mateo usó para absolver significa “rendir justos”. Se traduce “justificar” en la versión Reina Valera 1960.
Si nosotros creemos que cuando el Señor fue a la cruz Él murió por nuestros pecados, y si le pedimos que nos perdone por nuestros pecados, por esas palabras seremos absueltos, justificados, rendir como justos (Romanos 3:21-24). Por consiguiente nosotros no seremos responsabilizados por palabras que de otra forma nos condenarían. Pablo dijo no hay condenación para los que están en Cristo Jesús (Romanos 8:1).
Debemos recordar que Pablo también dijo que no debemos dejar que salga ninguna palabra corrompida de nuestra boca, sino solamente la que sea buena para la necesaria edificación de otras personas (Efesios 4:29). Por lo tanto, guardamos nuestras lenguas, no por temor a ser condenados, sino porque ese tipo de conversación no es agradable al Señor.
Tenemos que ser benignos y misericordiosos, unos con otros, perdonándonos unos a otros, como Dios también nos perdonó a nosotros en Cristo (Efesios 4:31). Esa es una señal de nuestro agradecimiento por Su perdón.