Una conciencia cauterizada

Q

Miércoles 31 de enero de 2024

P: Algunas veces en círculos cristianos, uno escucha la frase “una conciencia cauterizada” y se usa como resultado de ignorar la palabra de Dios y desobedecerla. Este concepto es que si usted ignora lo suficiente a Dios, usted pierde la habilidad para poder escucharlo, y se hace insensible. Eso puede ser cierto. Pero la escritura real de la que esa frase proviene, tiene una lección diferente. Muestra que esas personas no están ignorando los límites piadosos, sino que realmente están creando una moral más estricta. ¿Cómo ser uno más estricto puede cauterizar la conciencia?

A

R: Veamos el pasaje en el que la frase “una conciencia cauterizada” aparece:

Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios; por la hipocresía de mentirosos que, teniendo cauterizada la conciencia, prohibirán casarse, y mandarán abstenerse de alimentos que Dios creó para que con acción de gracias participasen de ellos los creyentes y los que han conocido la verdad. Porque todo lo que Dios creó es bueno, y nada es de desecharse, si se toma con acción de gracias; porque por la palabra de Dios y por la oración es santificado” (1 Timoteo 4:1-5)

Los falsos maestros en días de Pablo algunas veces eran llamados Judaizantes porque les enseñaban a los gentiles que primero se tenían que estar bajo la Ley al convertirse al judaísmo antes de ser cristianos. La práctica del legalismo judío cauterizaba la conciencia al hacer que las personas fueran inflexibles y no tuvieran misericordia. Les causaban creer que la gente merecía las cosas malas que les sucedían y no debían ser tenidas en lástima. Jesús se refirió a eso cuando les dijo a los fariseos que estudiaran Oseas 6:6, en donde Dios dijo, “Misericordia quiero y no sacrificio” (Mateo 9:12-13).

Pero Pablo se estaba refiriendo a los “postreros tiempos” una frase que usualmente apunta a los tiempos en los que vivimos ahora. Y así es, los judaizantes modernos están aquí. Igual que aquellos en tiempos de Pablo, ellos tratan de convencernos de que tenemos que obedecer las leyes levíticas, guardar las fiestas de Israel, y regirnos por las restricciones dietéticas del Antiguo Testamento como parte de nuestra salvación. Algunos de ellos aún enseñan que la Iglesia empezó durante las peregrinaciones en el desierto y solamente puede lograr su destino a través de Israel.