¿Una persona creyente puede suicidarse?

R: La Biblia tiene varios pasajes que son claros y describen la naturaleza permanente de la decisión de nuestra salvación, y varios otros que explican que una vez que somos salvos es responsabilidad del Señor asegurarse que terminaremos en el Cielo con Él. Hebreos 10:12-14 es un buen ejemplo.

Pero no hay ningún pasaje que implique que el Espíritu Santo toma control de nuestras vidas. Jesús lo llamó “el Consolador” y eso es lo que Él es. Cada vez que usted peca está haciendo caso omiso de consejo del Espíritu Santo. Y cuando usted se siente culpable después de eso usted está experimentando Su convicción por haber pecado. La confesión es el antídoto que Él nos ha dado para esa culpa.

Él no puede prevenir que usted haga todo lo que ha determinado hacer, porque Él no lo va a privar del poder de elección que usted posee. Entonces, sí, las personas creyentes continúan pecando y aun suicidándose.

En cuanto a Sansón, él no efectuó un acto egoísta de venganza como lo implica una lectura superficial del texto, sino que su acción fue el resultado de haberle orado a Dios para que le diera una oportunidad final para hacer lo que él había sido llamado a hacer, y eso era empezar la liberación de Israel de los filisteos (Jueces 13:5). El hecho de que Dios contestara su oración para devolverle su fuerza sobrenatural indica que Sansón se había arrepentido y se le había restablecido su voto nazareo (simbólicamente al permitir que su cabello volviera a crecer, v. 22) y pudo ganarse el favor del Señor durante su tiempo de cautividad. De otra manera, el Señor no habría restablecido su fuerza.