Una pregunta sobre dos versículos

Q

Miércoles  5 de octubre de 2022

P: Tengo una pregunta sobre los siguientes versículos:

“Hermanos míos, considérense muy dichosos cuando estén pasando por diversas pruebas. Bien saben que, cuando su fe es puesta a prueba, produce paciencia” (Santiago 1:2).

“Esto les causa gran regocijo, aun cuando les sea necesario soportar por algún tiempo diversas pruebas y aflicciones; pero cuando la fe de ustedes sea puesta a prueba, como el oro, habrá de manifestarse en alabanza, gloria y honra el día que Jesucristo se revele. El oro es perecedero y, sin embargo, se prueba en el fuego; ¡y la fe de ustedes es mucho más preciosa que el oro!” (1 Pedro 1: 6, 7)

Estos dos versículos siempre se han usado para respaldar por qué Dios permite el sufrimiento en la vida de una persona creyente. Cuando escribió sobre Job, usted dijo que Dios no causa que suframos arbitrariamente, pero cuando tenemos pecados no confesados en nuestras vidas y estamos fuera de comunión, Él, siendo perfectamente justo, tiene que permitir que Satanás nos atormente. Entonces no entiendo el verdadero significado de los versículos anteriores y eso me produce angustia. ¿Cuál es la perspectiva correcta?

A

R: Muchas personas usan esos versículos de manera general para explicar toda la enfermedad y el sufrimiento que experimentamos. Pero piénsalo. ¿Por qué Santiago nos dice en el capítulo 1 que lo consideremos como alegría cuando nos enfermamos o nos lastimamos y luego nos dice en el capítulo 5 que Dios nos sanará si se lo pedimos? ¿Se supone que debemos creer que Dios nos dio la enfermedad para edificar nuestra perseverancia, pero que Él nos librará de ella si se lo pedimos? Eso no tiene sentido.

En un sentido general, hay dos factores en el mundo que causan enfermedades y sufrimiento. Una es que el mundo está en un estado caído y el mal abunda aquí.

La otra es que los seres humanos somos pecadores y, por lo tanto, estamos expuestos a la aflicción del enemigo cuando no confesamos nuestros pecados. Dios no es la causa de ninguna de estas condiciones. Pero Él nos sanará cuando lo pidamos con fe y Él nos perdonará y convertirá nuestro tormento en una bendición cuando confesemos nuestros pecados.

Es verdad que la persecución por el bien de la justicia trae bendición. (Mateo 5:10) Este es el único tipo de prueba que edifica nuestra fe, y esto es de lo que Santiago y Pedro estaban hablando, no el sufrimiento en general. Pero incluso el tipo de edificación de la fe no es traído sobre nosotros por Dios, sino por Satanás, y no sería permitido si no fuéramos seres pecadores que vivimos en un mundo pecaminoso. Eso es algo que vivir en el Milenio nos enseñará.