Utilizando cosas santas para usos comunes

Q

Lunes 12 de septiembre de 2022

P: Siempre tengo problemas cuando tengo que explicar la santidad. Quisiera pensar que significa no tomar, no fumar, etc. Pero en lo más interior hay algo que me dice que el significado de eso es todavía más profundo. Cuando leo 1 Pedro 1:13-16 pensé que iba a tener un detalle de lo que la santidad significa, pero no lo obtuve. ¿Me podría explicar lo que Pedro estaba diciendo?

A

R: 1 Pedro 1:13-16 dice,

Por lo tanto, preparen su mente para la acción, estén atentos y pongan toda su esperanza en la gracia que recibirán cuando Jesucristo sea manifestado. Pórtense como hijos obedientes, y no sigan los dictados de sus anteriores malos deseos, de cuando vivían en la ignorancia. Al contrario, vivan una vida completamente santa, porque santo es aquel que los ha llamado. Escrito está: «Sean santos, porque yo soy santo.»

Ser santo es ser apartado para ser usado por Dios. No es algo que podemos hacer por nosotros mismos, sino que es algo que ya ha sido hecho por nosotros. Por consiguiente, 1 Pedro 1:13-16 no nos está advirtiendo de evitar cierto comportamiento para que seamos santos, sino que lo hagamos porque ya somos santos.

Además, los malos deseos que él menciona no solamente son cosas que pensamos que son pecados. Son cualquier cosa diferente para la cual hemos sido apartados. Por ejemplo, una copa del templo se aparta para un uso exclusivo en las ceremonias del templo. No puede usarse para tomar agua. Tomar agua no es un acto pecaminoso, pero era prohibido usar una copa del templo para hacerlo porque la misma había sido apartada para el uso del templo. Era una cosa santa y no podía usarse para un propósito común.

Y lo mismo es con nosotros. Puesto que nuestras vidas han sido santificadas no debemos usarlas para nada aparte del propósito que Dios tuvo la intención que fueran.

Instrucciones similares podemos encontrarlas en Romanos 12:1-2. Debemos ofrecer nuestro ser como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. Ya no debemos adaptarnos a las costumbres de este mundo, sino ser transformados renovando nuestras mentes. De esa manera podemos descubrir cuál es la voluntad de Dios para nuestras vidas.

Cuando estamos en Su voluntad nuestras acciones son santas. Hasta entonces, aún la búsqueda ordinaria de la vida se considera como malos deseos porque involucran usar una cosa santa (nosotros) para propósitos comunes en vez del propósito para el cual hemos sido apartados.