El hecho es que nadie en la Tierra puede decir con certeza como van a ser nuestras relaciones en el cielo. Todo lo que sabemos es que sera un tiempo de felicidad sin restricciones. Como Pablo escribio, «Cosas que ojo no vio, ni oido oyo, ni han subido en corazon de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman» (1 Corintios 2:9).
No podemos imaginar como sera el cielo porque nosotros solamente tenemos nuestra limitada perspectiva terrenal para vivir. Y como generalmente sucede, se nos pide que confiemos en Dios, creyendo que El conoce cuales seran nuestras necesidades y que ya ha hecho las provisiones para satisfacerlas.
Pero recuerde esto. El no paso por todo lo que paso solamente para que estemos desilusionados o llenos de pesar cuando finalmente lleguemos ante Su presencia. Nada sera permitido que pueda disminuir nuestro gozo.