Jueves 3 de junio de 2021
P: Leyendo distintos artículos en el internet, estos dicen que tenemos que vernos a nosotros mismos como merecedores del infierno antes de ser salvos y salvas. ¿Qué piensa usted de eso? No estoy negando que el pecado lleva a la muerte ni nada parecido, sino que me quedé pensando si algo como eso pueda ser un obstáculo para la salvación.
R: Las personas que creen que no tienen cáncer no están interesadas en someterse a un tratamiento. Pero una vez que realizan que lo tienen, entonces se dan cuenta de la necesidad del tratamiento.
Pero las personas con quienes he hablado dicen que no entendieron completamente lo serio de su condición hasta que terminaron el tratamiento y se dieron cuenta lo cerca que estuvieron de morir.
Yo creo que es lo mismo con la salvación. Las personas que no entienden que son pecadoras no están interesadas en ser salvas. Una vez que realizan su pecaminosidad, entonces se dan cuenta de su necesidad de un Salvador.
Pero esas personas no comprenden completamente la naturaleza de su dilema sino después que han sido salvas y el Espíritu Santo les ha revelado la verdad (Juan 16:13). Entonces es cuando realizan la dura realidad de lo que es el infierno y lo cerca que estuvieron de ir allí, y eso es lo que finalmente las golpea.
Una de mis citas favoritas a ese respecto es la siguiente: “Una vez que creemos, entonces entenderemos. Y una vez que entendemos, entonces creeremos.”
Dios nos da la fe para creer que hemos sido perdonados cuando pedimos ser salvos y salvas (Efesios 2:8-9), porque no lo entendemos completamente. Al permitir que el Espíritu Santo nos enseñe por medio de Su palabra, nuestro entendimiento crece, y mientras más entendemos, nuestra fe se hace más fuerte.