Lunes 25 de octubre de 2021
P: En su respuesta titulada La Seguridad Eterna y Gálatas 5:16-21 usted dijo que “las personas que viven como eso están dando evidencia de que no son salvas y por lo tanto no heredarán el Reino.” Yo recibí a Cristo como mi Salvador confiando que su muerte y resurrección pagaron la pena por mis pecados antes de ir a la universidad. Pero una vez que ingresé a la universidad empecé a beber y a parrandear en exceso. Yo intentaba dividir en compartimentos mi comportamiento para vivir una vida “cristiana” excepto por mi forma de beber, pero eso, como usted sabe, es imposible hacer. Entonces, mi pregunta es, puesto que mi vida estuvo “caracterizada” por este comportamiento, cosa que sucedía casi todos los fines de semana, ¿en dónde estoy parado en cuanto a Gálatas y sus comentarios se refieren? He confesado mis pecados desde que salí de la universidad. Me tomó un tiempo para liberarme de beber en exceso y me he vuelto a comprometer con Cristo desde entonces, sin embargo, algunas veces todavía tengo dudas acerca de mi perdón y mi posición ante el Señor.
R: Al leer Efesios 1:13-14 y 2 Corintios 1:21-22 usted puede ver que su salvación fue garantizada desde el momento en que usted creyó la primera vez. Sus días de universidad fueron un lapso en su comportamiento pero no en su creencia, la cual es la base para su salvación (1 Corintios 15:1-4). Lo que usted ha descrito sobre su comportamiento no se ajusta a la definición de ser “caracterizado por beber y parrandear” puesto que usted indicó que también estaba esforzándose a vivir una vida cristiana durante ese tiempo y sus salidas de juerga fueron solamente durante los fines de semana. Usted se parece más a un típico muchacho universitario que a un borracho habitual.
Si usted le ha pedido a Dios que lo perdone por beber en exceso, Él ya lo ha hecho y lo ha limpiado de toda injusticia (1 Juan 1:9). Pero como parece que aún usted se siente culpable por esos días pasados, quizás usted no se ha perdonado a sí mismo.