«Y derramare sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalen, espiritu de gracia y de oracion; y miraran a mi, a quien traspasaron, y lloraran como se llora por hijo unigenito, afligiendose por el como quien se aflige por el primogenito.»
El primer paso en el proceso sucedera al concluir la batalla de Ezequiel 38, cuando la victoria sobrenatural de Israel los despertara a la presencia de Dios en su vida nacional (Ezequiel 39:22). Esto dara como resultado la reinstalacion de su relacion de Antiguo Pacto con El, y marcara el comienzo de la Semana Setenta de Daniel.
Entonces, cerca del final de la Gran Tribulacion, cuando Israel esta al borde de la derrota y destruccion, Dios finalmente abrira los ojos de ellos al realizar que Jesus ha sido su Mesias todo el tiempo. Eso causara una gran afliccion entre las personas creyentes en Israel lo cual llevara a la etapa final en su reconciliacion con Dios, permitiendole a El venir en su rescate de nuevo, y poder decir, «Y perdonare la sangre de los que no habia perdonado» (Joel 3:21).