2 Corintios 10:3-5 dice que se nos han dado las armas que tienen poder divino para derribar las fortalezas del diablo. Nosotros demolemos sus argumentos y cualquier pretension que nos ponga en contra del conocimiento de Dios al tomar nuestros pensamientos y hacerlos obedientes a Cristo.
Nosotros hacemos eso al tomar lo que algunas personas llaman elecciones contrarias a los sentimientos. Nosotros no podemos controlas nuestros pensamientos de enojo pero si podemos controlar nuestra respuesta a los mismos. La respuesta apropiada es pedirle al Senor que perdone a la persona que nos ha enojado y tambien pedirle que nos perdone por estar enojados. No importa como nos sintamos. Lo que importa es lo que hacemos. Al tomar repetidamente la eleccion de perdonar cuando los momentos de enojo nos dominan, nos damos cuenta de que nuestros sentimientos empezaran a alinearse con nuestras elecciones. Mientras mas le hemos permitido a esa fortaleza que crezca, mas tiempo tomara para poder dominarla, pero tarde o temprano sera demolida y nuestro enojo habra desaparecido.