Domingo, 8 de septiembre de 2013
Un Estudio Bíblico por Jack Kelley
La historia del Hombre Rico y Lázaro solamente se encuentre en el evangelio según Lucas (Lucas 16:19-31) y es el cuadro más claro que puede encontrarse en la Biblia de la vida después de la vida. Como tal es una lectura esencial para cualquier persona que intente contrarrestar la plétora de libros tanto de personas creyentes como de incrédulas que afirman haber visitado el cielo o el infierno y que fueron enviadas de vuelta a la Tierra. Es también un argumento en contra de la noción oriental de la reencarnación.
El Libro de Job, que sin argumento alguno es el primer libro de la Biblia en escribirse, tiene la primera mención de la vida después de la muerte.
Yo sé que mi Redentor vive, y al fin se levantará sobre el polvo; y después de deshecha esta mi piel, en mi carne he de ver a Dios; al cual veré por mí mismo, y mis ojos lo verán, y no otro, aunque mi corazón desfallece dentro de mí (Job 19:25-27).
Más tarde David, Isaías, Daniel y otros, también escribieron sobre la vida que sigue después de la muerte como una recompensa por la justicia. Daniel fue el primero en aclarar que la injusticia también se levantará de la tumba, y es de esa explicación (Daniel 12:2) que hemos llegado a entender que toda persona que jamás haya nacido vivirá para siempre. (Los cuerpos mueren o se desgastan y expiran, pero los espíritus que son los depósitos de la vida, son eternos.)
Un ángel le explicó a Daniel que mientras todas las personas que han muerto se levantan de la tumba, para algunas de ellas la resurrección les trae galardones eternos y a otras les traen vergüenza y desprecio eternos. Esto se aclara en Apocalipsis 20:11-15 en donde se nos dice que los muertos no salvos retornarán de sus sepulcros con el propósito de ser juzgados por su comportamiento mientras vivían. Aquí es donde aprendemos de la segunda muerte, que es realmente un estado consciente de una separación eterna y solitaria de Dios acompañada de un tormento sin fin, como resultado de este juicio. Las personas cristianas piensan de esto como que es el “infierno” pero como veremos del Hombre Rico y Lázaro, realmente es mucho peor. Entonces empecemos.
¿Cuál es la historia?
Seguidamente un resumen de la historia. Un hombre rico vivía esplendorosamente, mientras que un mendigo (Lázaro) languidecía fuera de la puerta de la casa del primero esperando recibir las sobras de su mesa. A su debido tiempo ambos murieron. Los Ángeles se llevaron a Lázaro al “seno de Abraham”, un término popular judío para la morada de los muertos. La parte reservada para los creyentes también se le llama el Paraíso. Jesús le prometió a uno de los hombres que eran crucificados con Él que se encontrarían en ese lugar antes que el día finalizara (Lucas 23:43). El nombre hebreo para este lugar es Seol, mientras que el nombre griego es Hades del cual se deriva la palabra infierno. El hombre rico también se fue allí después que murió, pero mientras Lázaro estaba siendo consolado, el hombre rico estaba en constante tormento. Esto nos dice que él no era un creyente. Pidiéndole a Abraham un poco de alivio, se le informó que mientras ellos estaban a la vista del otro y hablando a la distancia, realmente estaban en dos áreas diferentes y no había forma de poder cruzar de una a la otra (Lucas 16:19-26).
El hombre rico entonces le pidió a Abraham que enviara a Lázaro para que le advirtiera a sus hermanos, aún vivos, que se aseguraran de irse al lugar en donde Lázaro estaba en vez de donde él estaba, pero Abraham rehusó, diciendo, “A Moisés y a los profetas [el Antiguo Testamento] tienen; óiganlos. Él entonces dijo: No, padre Abraham; pero si alguno fuere a ellos de entre los muertos, se arrepentirán. Pero Abraham le dijo: Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare de los muertos” (Lucas 16:27-31).
¿Cuál es el punto?
Y este es el punto de la historia… Realmente hay tres puntos.
1). El único lugar donde usted puede asegurar su destino eterno es aquí en la tierra antes de morir (Hebreos 9:27). El hombre rico nunca pidió una segunda oportunidad para él, sino que pidió que sus hermanos fueran advertidos mientras aún vivían para evitar compartir su suerte. Habiendo experimentado la alternativa, no hay forma alguna de que él hubiera rechazado una oportunidad para unirse a Abraham y a Lázaro si la hubiera habido. Abraham dejó en claro que era imposible cruzar de un lado al otro.
2). La Biblia contiene todos los hechos que usted necesita para tomar una decisión bien informada acerca de la eternidad y es el método elegido por el Señor para llevar a Sus hijos a la salvación.
3). Cuando las personas no son convencidas por las Escrituras, aunque algunas regresaran de los muertos, fracasarán en persuadirlas, un hecho que el mismo Señor demostró ser muy convincente un corto tiempo después.
Gracia mediante la Fe
Antes de la cruz, aquellas personas que habían muerto teniendo fe en un Redentor venidero como las Escrituras les enseñaban, se iban a un lugar temporal de consuelo para descansar hasta que en la plenitud de los tiempos la sangre derramada del Redentor finalmente borraba la pena por sus pecados. Este es el lugar llamado el seno de Abraham en este pasaje.
Cuando Jesús llegó al Seol después de Su muerte en la cruz, Él los elogió por su fe (1 Pedro 4:6) y se los llevó al Cielo (Mateo 27:52-53, Efesios 4:8). Su crucifixión había removido el obstáculo final para la entrada de ellos a la presencia de Dios. Todas las personas que han muerto en fe desde la cruz se van directamente a la presencia del Señor (2 corintios 5:7-8) en donde esperan reunirse con sus cuerpos resucitados (1 Tesalonicenses 4:16-17).
Los muertos no salvos continuarán languideciendo con el hombre rico hasta el final del milenio cuando ellos también serán resucitados, juzgados, y luego expulsados a un lugar de tormento eterno, pero esta vez en completa separación y oscuridad (Apocalipsis 20:15).
Muchas personas en la iglesia liberal, en los cultos, la Nueva Era y en las religiones orientales hablan de una segunda oportunidad para reconciliarse con Dios después de la muerte física. Algunas personas aún afirman que seremos reencarnados en una serie de vidas por medio de las cuales podemos trabajar nuestro camino hacia la perfección, eventualmente ganando nuestro lugar con Dios o aun convirtiéndonos en un dios. La Biblia no habla de una cosa parecida, enseñando en su lugar que “el hombre muere una sola vez, y luego el juicio” (Hebreos 9:27). Las propias palabras del Señor en la historia del Hombre Rico y Lázaro confirman lo anterior.
¿Truco o trato?
Qué gran truco de nuestro enemigo, supuestamente persuadiendo a teólogos conocedores para que enseñen a sus seguidores bíblicamente ignorantes, que no tomen en cuenta las claras advertencias de las Escrituras para buscar una manera alternativa, solamente para descubrir, cuando ya es demasiado tarde, que fueron engañados. Porque ancha es la puerta y ancho el camino que conduce a la destrucción y muchas personas entran por ella. Pero angosta es la puerta y angosto el camino que lleva a la vida y solamente pocas personas la encontrarán (Mateo 7:13-14). Dentro del contexto de estos dos versículos todas las personas están buscando el camino a la salvación, pero pocas son las que lo encuentran. La mayoría escogen lo complejo por lo simple, lo ancho por lo angosto.
Entonces, esta es la verdad simple, pequeña y angosta. Dios, Quien nos creó, requiere que vivamos por Su ley. El pecado es una violación de la ley de Dios. Y debido a que usted no puede evitar dejar de pecar, usted no puede evitar el castigo, pero debido a que Él le ama tanto a usted, Jesús ofreció morir en su lugar. Dios estuvo de acuerdo con eso y le emitió a usted un perdón total. Usted solamente tiene que creer que Él hizo esto para que usted fuera perdonado y perdonada de todos sus pecados, pasados, presentes y futuros, y recibir ese perdón. Cuando usted lo hace, su destino eterno cambia de tormento a paraíso, de separación a unión, de muerte a vida. Pero recuerde, usted solamente tiene esta vida para hacerlo, y usted no tiene forma de saber cuán pronto puede terminar su vida. Si usted no ha aceptado Su perdón, mejor hágalo ahora mientras todavía puede. 08/09/13