Domingo, 11 de mayo de 2014
(Este artículo es la parte 7 de la serie ¿Qué Dice la Biblia?)
Un estudio bíblico por Jack Kelley
Mi estudio sobre Israel y la Iglesia provocó varios comentarios los cuales requieren de una respuesta más amplia. Tiene más sentido publicarlos como un documento separado en vez de como un apéndice al final del estudio original. Seguidamente las preguntas.
Lector Comentario 1: Usted dijo que “Dios tomó algunas personas que anteriormente eran judías y algunas que eran gentiles e hizo de las dos un nuevo hombre” (Efesios 2:14-16).
Ese fue un excelente artículo excepto por esa afirmación. En Gálatas 3:28 leemos que ya no hay judío ni griego; no hay varón ni mujer. Los judíos no son ex judíos que creen en su Mesías más de lo que yo soy una exmujer cuando creí en Jesús. Judíos y gentiles, varones y mujeres todos retienen su identidad pero esas identidades ya no son barreras para convertirnos en un nuevo hombre.
La única cosa a la que un judío le teme más es que ya no es judío al creer en Jesús. Siendo descendientes de Abraham, Isaac y Jacob han heredado el parentesco consanguíneo y no pueden cambiarlo más de lo que una persona de raza negra puede cambiar al hacerse seguidor de Cristo.
Mi Respuesta: Veamos esos dos pasajes. Tomemos Gálatas 3:28 primero.
“Ya no hay judío ni griego (gentil); no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos ustedes son uno en Cristo Jesús.”
Y ahora Efesios 2:14-16.
“Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación, aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz, y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades.”
Estos dos pasajes dicen la misma cosa en que ambos transmiten la idea de la percepción que Dios tiene sobre las personas que se hacen creyentes en Jesús durante la Era de la Iglesia. Como usted dijo, una mujer no deja de ser mujer cuando se hace creyente en Jesús. Pero desde la perspectiva de Dios no hay ninguna diferencia entre una mujer cristiana y un hombre cristiano; para Él ellos tomarán igualmente parte del destino eterno de la Iglesia.
De la misma manera, las personas de descendencia judía no dejan de ser judíos por consanguinidad, pero una vez que se convierten en creyentes de Jesús Dios ya no los considera más como parte de Israel en términos de su destino eterno. Él los mira como parte de la iglesia, igualmente tomando parte con las personas cristianas de descendencia gentil en el destino de la Iglesia. Ya sea que seamos judíos o gentiles, nuestro futuro no se determina por la sangre de nuestros antepasados, sino por la sangre de Cristo.
(Pablo estaba hablando solamente de la Era de la Iglesia aquí. Después del rapto, los judíos que se vuelven creyentes en Jesús permanecerán siendo parte de Israel, y los gentiles que se vuelven creyentes en Jesús seguirán siendo gentiles.)
En Efesios 2:17-18 Pablo concluyó su línea de pensamiento diciendo,
“Y vino (Jesús) y anunció las buenas nuevas de paz a ustedes que estaban lejos (gentiles), y a los que estaban cerca (judíos); porque por medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre.”
Las personas gentiles no gozan de la paz con Dios por convertirse en parte de Israel, y las judías no gozan de la paz con Dios renunciando a ser judías para convertirse en gentiles. Ambas logran la paz con Dios al convertirse en parte del cuerpo de Cristo.
A propósito, lo opuesto es también cierto. Judíos y gentiles que no se convierten en creyentes en Jesús también compartirán el mismo destino, el cual será la separación eterna de Dios (Juan 14:6).
Pablo confirmó este cambio de identidad espiritual en 1 Corintios 10:32 cuando dijo, “No sean tropiezo ni a judíos, ni a gentiles, ni a la iglesia de Dios.” Hasta ese momento, judíos y gentiles eran solamente dos grupos de la humanidad en el mundo. Ahora son tres los grupos.
Lector Comentario 2: En Juan 14:3 Jesús dijo que él está preparando un lugar para sus seguidores, los cuales en este caso son judíos. En 1 Juan 3:2 el mismo apóstol escribe que nosotros seremos como Jesús y lo veremos como Él es. Si vamos a ser como Él es, ya no deberíamos estar limitados en el tiempo y en el espacio como Él no lo está. La nueva Jerusalén será nuestro hogar, pero también viajaremos a la tierra para gobernar con Él (Apocalipsis 1:6, 20:4). Hay y habrá una división entre Israel y la Iglesia, pero no puede ser tan distinta como usted imagina que lo es.
Mi Respuesta: Yo no sé si esto es lo que usted está implicando, pero yo no veo ninguna justificación bíblica para sostener la opinión de que Jesús se estaba refiriendo únicamente a Sus seguidores judíos en Juan 14:3. Él no vino solamente por ellos, y cuando Él sí vuelva será por todo el cuerpo de creyentes nacidos de nuevo, ya sea de herencia judía o gentil.
Además no existe ninguna certeza bíblica de que vamos a viajar regularmente a la tierra. Los reyes humanos en el pasado han reinado sobre imperios vastos y lejanos sin jamás haber visitado personalmente grandes partes de los mismos.
Debido a nuestra humanidad no podemos sino imaginar lo que nuestros “trabajos” serán en el Milenio, y la Biblia no ofrece ninguna pista que nos ayude en ello. Pero mirando alrededor del mundo, podemos ver que muchos miembros de las familias reales realmente no trabajan en el sentido en que nosotros pensamos sobre el trabajo. La mayoría ocupan su tiempo atendiendo a un “llamado superior”. El servicio público y las obras de caridad son ejemplos populares de eso.
Además, si usted lo ve detenidamente se dará cuenta de que Apocalipsis 6:1 y Apocalipsis 20:4 no se refieren al mismo grupo. El grupo en Apocalipsis 6:1 lo conforman reyes y sacerdotes que han sido liberados de sus pecados por Su sangre y servirán a Dios el Padre de nuestro Señor Jesús. Muchos eruditos ven a este grupo como a la Iglesia.
El grupo en Apocalipsis 20:4 consiste de mártires resucitados quienes habrán sido decapitados durante la Gran Tribulación por haberse rehusado a poner la marca de la bestia. Ellos reinarán con Cristo durante 1000 años pero no son llamados ni reyes ni sacerdotes. Generalmente se les llama los santos de la tribulación.
Puesto que no son parte de la Iglesia, ellos no morarán en la Nueva Jerusalén. Apocalipsis 21:27 dice que solamente aquellos cuyos nombres están escritos en el libro de la vida del Cordero morarán allí. Yo creo que es posible que ellos vivan en la Tierra para ayudar en la administración de las naciones en un papel subordinado. Si eso es así, ellos podrían ser los administradores “en sitio” del Reino.
En contraste, durante el Milenio Israel será gobernada por el Rey David (Ezequiel 37:24), con la ayuda de un príncipe de naturaleza humana, y de un sacerdocio para supervisar los asuntos del Templo (Ezequiel 44). Sabemos que este príncipe es de naturaleza humana porque tendrá que ofrecer sacrificios por el pecado (Ezequiel 46:2) y tendrá hijos (Ezequiel 46:16).
A pesar de que nadie excepto la Iglesia puede entrar en la Nueva Jerusalén (Apocalipsis 21:27), yo creo que tendremos privilegios de visitas gratuitas a la tierra, y a cualquier otro lugar en el universo. Así que la diferencia entre Israel y la Iglesia puede ser tan distinta como la he descrito.
Lector Comentario 3: Un artículo muy interesante que aclara mucha confusión que muchas personas tienen con respecto a la Iglesia e Israel. Sin embargo, yo tengo un par de preguntas sobre las que me gustaría tener su opinión.
Usted dice que después de la segunda venida solamente el remanente de Israel y los creyentes del Antiguo Testamento ocuparán el Reino Milenial en la Tierra. Usted dice que la Iglesia dejará la Tierra en el rapto y permanecerá allá para siempre.
Según tengo entendido la Iglesia recibirá sus cuerpos resucitados durante el rapto, luego retornará a la Tierra con Cristo en la Segunda Venida. No sé cuánto durará esa visita pero las escrituras parecen señalar a la Iglesia retornando a la Tierra.
Además, ¿qué será de los gentiles que llegan a la fe durante la tribulación? Según mi entendimiento, las ovejas del juicio de las ovejas y las cabras también vivirán durante la era milenial en la Tierra. Eso hará que la Tierra esté ocupada por el remanente de Israel, los gentiles creyentes, y los creyentes resucitados/raptados.
Mi Respuesta: Lo que dije fue, “Después de la Segunda Venida solamente el remanente creyente de Israel será dejado para morar en la tierra prometida sobre la Tierra. Junto con los creyentes resucitados del Antiguo Testamento, todos ellos constituirán el Israel nacional.” Anteriormente dije que Israel volvería a ser preeminente entre las naciones de la Tierra.
Hay una cantidad de referencias a las naciones en la Tierra durante el Milenio, y dos de ellas, Egipto y Asiria, se mencionan por sus nombres (Isaías 19:23-25). La mención general de las naciones en el Milenio incluye el Salmo 2:8-9, Isaías 2:2-4, Isaías 62:1-2, Zacarías 14:16-19, Apocalipsis 21:24. Como usted dijo, las naciones de la Tierra serán pobladas por gentiles quienes se han convertido en creyentes después del rapto y han podido sobrevivir a los juicios de los tiempos finales. Todos ellos serán escoltados vivos al reino después del juicio de las ovejas y las cabras que le sigue a la Segunda Venida (Mateo 25:34) y ayudarán a repoblar la tierra. Eventualmente muchos de sus descendientes se rebelarán en contra de Dios y se reunirán para atacar a Israel una última vez. Pero fuego descenderá del cielo y los consumirá (Apocalipsis 20:7-9).
Se ha vuelto popular asumir que puesto que la Biblia dice que reinaremos con Cristo, entonces la Iglesia debe de constituir los ejércitos celestiales que retornan con Él en la Segunda Venida (Apocalipsis 19:14). Para respaldar eso, estas personas comparan el lino fino que la novia va a vestir en la boda (Apocalipsis 19:8) con el lino fino que visten los ejércitos celestiales (Apocalipsis 19:14) y asumen que ambos grupos son el mismo.
Pero yo no creo que eso sea el caso. Primero, no es típico para un comandante militar llevar a su nueva esposa a la batalla con él, y segundo, la Novia de Cristo nunca es referida como los ejércitos celestiales. La palabra griega para “ejércitos” también se traduce “hombres de guerra” y “soldados”, y nunca se usa en la Biblia cuando se habla de la Iglesia. Por consiguiente, yo creo que los ejércitos celestiales son ángeles guerreros quienes también se muestran como que están vestidos de blanco en la Biblia (Juan 20:12, Apocalipsis 15:6).
Yo creo que la Iglesia retornará a la cercanía de la tierra en la Nueva Jerusalén (Apocalipsis 21:9-10) justo después de la Segunda Venida. En Mateo 24:29 Jesús dijo que inmediatamente después de la Gran Tribulación el sol y la luna se oscurecerán. Luego en Apocalipsis 21:23-24 Juan dijo que las naciones de la Tierra andarán a la luz de la Nueva Jerusalén. Para mí esto quiere decir que la Nueva Jerusalén será la fuente de iluminación de la tierra durante el Milenio y tomará su posición en la cercanía de la Tierra justo después del final de la Gran Tribulación.
En resumen: Hay increíbles futuros guardados para Israel y para la Iglesia, y cada uno es distinto del otro. Muchos de los detalles aún se encuentran ocultos en el misterio, pero por lo que la Biblia sí revela podemos tener un vistazo que va más allá de nuestra imaginación, de cómo será nuestro futuro (1 Corintios 2:9). Afortunadamente, no tendremos mucho tiempo que esperar, porque si ustedes escuchan con cuidado, ya casi se oyen los pasos del Mesías. 11-05-14