30 de junio de 2003
Ustedes pensaron hacerme mal, pero Dios cambió todo para el bien”
José, un joven de diecisiete años, cuidaba los rebaños de su Padre junto con sus hermanos, los hijos de Bilha y de Zilpa, esposas de su padre, y le informaba a Jacob la mala fama de ellos. Jacob (Israel) amaba más a José que a cualquiera de sus otros hijos, porque lo había tenido en su vejez, y por eso le confeccionó una túnica ricamente adornada. Cuando sus hermanos vieron que lo amaba más que a cualquiera de ellos, lo odiaron y no le podían ni hablar (Génesis 37:2-4).
Ya ustedes conocen la historia. José tuvo dos sueños. En uno él y sus once hermanos estaban representados por manojos de trigo y durante el sueño, los manojos de ellos se inclinaban ante el manojo de él. En el otro sueño el sol, la luna y las estrellas se inclinaban ante José. Jacob interpretó esto como que quería decir que estos cuerpos celestes lo representaban a él, a la madre de José y a los once hermanos. Esto hizo que aun creciera más su rechazo hacia José. Un día cuando Jacob envió a José a buscar a sus hermanos para saber si se encontraban bien, ellos conspiraron contra él, lo capturaron y lo echaron dentro de una cisterna vacía. Luego lo vendieron a una caravana de esclavos que se dirigía a Egipto. Los hermanos falsificaron su muerte mostrándole a su padre la hermosa túnica de José toda manchada de sangre como evidencia de que José había muerto. En cuanto a Jacob, José había muerto.
No se puede mantener a un buen hombre derrotado
Al llegar a Egipto José fue vendido a Potifar, el capitán de la guardia de Faraón y rápidamente llegó a una alta posición de confianza en la casa de aquel. Irritada porque José rehusó a sus avances sexuales, la esposa de Potifar lo mandó a la cárcel bajo acusaciones falsas. Pero de nuevo José subió a una posición prominente, haciéndose cargo de la administración de la prisión. Mientras se encontraba allí interpretó el sueño de dos prisioneros y cuando sus interpretaciones demostraron ser las correctas fue llamado ante Faraón el cual a su vez había tenido un sueño perturbador. José interpretó este sueño como una predicción de siete años de abundancia seguidos de siete años de una hambruna tan severa que acabaría con todas las cosechas de los años anteriores.
Faraón nombró a José, un hombre sin posición ni influencia, para que diseñara una estrategia para salvar a la gente de esta hambruna y lo nombró el segundo en autoridad en todo Egipto, sujeto solamente a las órdenes de Faraón. Durante los años de abundancia José se casó con la hija de un sacerdote egipcio y conforme implantó exitosamente su estrategia, cuando llegó la hambruna, José los salvó de una muerte segura, permitiéndole a Faraón tomar posesión de Egipto y de toda su riqueza en el proceso.
Lo que intentaron para mal, Dios lo cambió para bien
Cuando el hambre llegó a la tierra de Canaán, Jacob envió a sus hijos a Egipto para comprar comida. No habiendo reconocido a la persona a quien le compraban los alimentos como su hermano perdido, estos once fueron puestos en una serie de eventos desastrosos ideados por José para ponerlos totalmente bajo su control y permitir la revelación de su verdadera identidad. Una reunión altamente emotiva resultó cuando a Jacob y los 70 miembros de su familia les fue dada la mejor tierra de todo Egipto. A propósito, los sueños de José realmente se hicieron realidad. Jacob y sus esposas, y sus once hermanos y sus esposas y todos sus hijos, se inclinaron ante José, quien los había salvado a todos ellos trayéndolos a una tierra de abundancia en la que todos disfrutaron de paz y de prosperidad.
Y he hablado a los profetas, y aumenté la profecía, y por medio de los profetas usé parábolas (Oseas 12:10).
A pesar de que nuestro Señor Jesús fue enviado por Su Padre a Sus hermanos para velar por ellos, ellos lo rechazaron, conspiraron en Su contra y le causaron la muerte. Él fue confinado en el Infierno, vendido como un esclavo al pecado. Él no tenía ninguna posición o influencia pero le fue asignado salvar al mundo de sus pecados. Le fue dada una posición de prominencia en la tierra al recibir todo poder y autoridad sujeto solamente a la voluntad de Su Padre. Al implementar son todo éxito Su estrategia, nos salvó a todos de una muerte cierta, permitiéndole a Su Padre volver a tener en posesión el mundo con todas sus riquezas en el proceso. Después de tomar para Sí una novia gentil, llevará a Sus hermanos a través de una serie de eventos desastrosos ideados por Él para ponerlos enteramente bajo Sus órdenes y permitirle así revelarles Su verdadera identidad. Una reunión altamente emocional se dará en Israel que de nuevo recibirá la tierra más favorable de todo el planeta, en la que disfrutarán de mil años de paz y de prosperidad.
Papá, Cuéntame un Cuento
Las parábolas son verdades celestiales puestas dentro de un contexto terrenal y la Biblia abunda de ellas. Las que Jesús dijo son historias que la mayoría de las veces Él ideó para el propósito que deseaba, pero el señor le dijo a Pablo que generalmente Él preparaba eventos de la vida real de Israel para ayudarnos a conocerlo mejor (Romanos 15:4 y 1 Corintios 10:11). Al colocar a los actores celestiales en lugar de los terrenales podemos aprender la lección y ver tomar vida al Antiguo Testamento como nunca antes. Jacob y su familia representan a Israel, José al Mesías, y Faraón al Padre. La novia gentil de José es la Iglesia y Egipto es el mundo. Los siete años de abundancia son la era de la gracia durante la cual la novia gentil es tomada, y los siete años malos son el período de la tribulación durante el cual el Mesías le es revelado a Israel. La tierra de Gosén es la era del reino.
Aquí solamente hemos raspado un poco la superficie, ya que hay más de 100 verdades muy claras que pueden ser moldeadas. El resto depende de usted.
Y ahora ya conocen la versión adulta.