La Parábola de los Talentos

Domingo, 3 de julio de 2016

Un estudio bíblico por Jack Kelley

El uso que el Señor hace de las parábolas siempre me ha llamado la atención. Una parábola es una historia ficticia cuyo significado es ilustrar un principio o verdad. La palabra “parábola” viene del griego parabolé que significa “poner al lado” (comparar). Las fábulas de Esopo demuestran una aplicación secular de este método de enseñanza.

El Señor Jesús no fue el primero en utilizar parábolas en Sus enseñanzas, (hay muchas de ellas en el Antiguo Testamento) pero ciertamente elevó su importancia al comunicar verdades bíblicas a Sus oyentes. También se ha descrito las parábolas como “poner una verdad celestial dentro de un contexto terrenal”. Las parábolas del Señor generalmente enfurecían a los dirigentes religiosos en Sus días porque entendían el sentido de la historia, la cual generalmente era una crítica para ellos.

¿Qué significa eso?

Al interpretar una parábola debemos recordar que todas las personas y todas las cosas en la historia son simbólicas de algo más. La llave que abre el simbolismo se encuentra ya sea dentro del contexto o en otro lugar de las Escrituras. Una buena cosa de la Biblia es que las cosas que se usan de manera simbólica en un lugar generalmente son usadas de la misma manera en el resto. La levadura siempre simboliza el pecado. El adulterio y la fornicación siempre simbolizan la adoración a otros dioses, lo cual es una infidelidad espiritual. Los teólogos le llaman a eso el principio de la consistencia explicativa. Si observamos estos principios nos ayudará a interpretar correctamente las parábolas y eso aumentará, al mismo tiempo, nuestro conocimiento general de las Escrituras.

¿Tiene usted talento?

Entonces tenemos tres principios para interpretar las parábolas: El contexto, las Escrituras, y la constancia explicativa. El fracaso en seguirlas ocasiona que perdamos su significado. Por ejemplo, veamos la forma en que la Parábola de los Talentos ha sido interpretada, o mejor dicho, malinterpretada. El problema es que en español, un talento también es una destreza o habilidad. Pero en el idioma griego un talento era una unidad de medida, la cual generalmente definía una cantidad de dinero. Puesto que todo en la parábola es simbólico de algo más, el pensar que los talentos simbolizan destrezas o dinero, es incorrecto, puesto que distorsiona el mensaje de la parábola. En vez de eso, piense en el talento como algo de gran valor para el Señor, algo que le pertenece a Él, y que Él le confió a Sus siervos mientras estaba ausente. Entonces, usted se dará cuenta de que ni las destrezas ni el dinero definen de manera correcta el talento.

Contexto, contexto

Ahora observen el tiempo específico al que se refiere el Señor. La palabra “también” en Mateo 25:15 (DHH) identifica el tiempo de la historia como que es el mismo de la historia previa, que es la Parábola de las Diez Vírgenes. Esa parábola comienza con la palabra “entonces” por lo que uno debe de estar regresando todo el tiempo a Mateo 24:21 y 29 para descubrir que el tiempo al que Él se está refiriendo es inmediatamente después de la gran tribulación, cuando Él regresa para establecer Su Reino.

¿Cuál será la situación en la tierra en ese momento? Sigamos la parábola. Él se habrá ausentado por un largo tiempo y apenas acaba de regresar. Él había dejado una propiedad muy valiosa a cargo de Sus siervos, algunos de los cuales la habían multiplicado para compartirla con otras personas, mientras que otros la habían enterrado. Lo que Él está haciendo ahora es pidiéndoles cuenta por algo que va a determinar su destino. El contexto nos dice mucho, pero ¿qué propiedad está simbolizada por los talentos?

¿Está eso en las Escrituras?

Aquí es donde se nos presenta el uso de las Escrituras para explicar las Escrituras. Nosotros sabemos por las Escrituras que el dinero no es importante para el Señor, y que Sus logros no están limitados por cualquier destreza que estamos dispuestos a aplicar para lograr Sus fines. ¿Pero, habrá algo de Él, algo extremadamente valioso para Él, apreciado aún más que Su Nombre, que nos haya confiado, y que será enterrado y para muchos será perdido al final de la era?

Entonces, ¿Cuál es la respuesta?

La respuesta la encontramos en el Salmo 138:2, “Me postraré hacia tu santo templo, y daré gracias a tu nombre por tu misericordia y tu verdad; porque has engrandecido tu palabra conforme a todo tu nombre.” (Biblia de las Américas). Pero de Amós 8:11 descubrimos que “Pues vienen días, dice Jehová el Señor, en los cuales enviaré hambre a la tierra, no hambre de pan, ni sed de agua, sino de oír la palabra del Señor”. Y en Isaías 55:10-12 se nos dice que Su palabra, una vez invertida, siempre dará fruto. Es Su más valiosa posesión la que Él dejó con nosotros, y Él espera que la invirtamos (Mateo 28:16-20).

Pero los últimos días serán un tiempo de un engaño tan grande que la mayoría de las personas que viven en la tierra sucumbirán a un sistema de mentiras que literalmente va a poner lo negro en blanco, la oscuridad en luz, y consecuentemente, la vida en muerte. El único punto de referencia para la verdad será Su Palabra, y muchas de estas personas a quienes se les ha confiado, la habrán dejado con tal sinsentido como para ser enterrada.

Actuando en la autoridad del Cordero, pero pronunciando las palabras del dragón, ellos intentarán prevenir que sus rebaños aprendan la verdad. El hecho de que esos mismos siervos habrán demostrado ser unos impostores desde el principio se muestra por su destino, “las tinieblas de afuera”. Después de todo, el único pecado imperdonable es la incredulidad.

El resumen, por favor

Entonces, los talentos representan Su Palabra, el Evangelio de nuestra Salvación. Aquellas personas que lo siembran en abundancia en los corazones de sus oyentes encuentran que se multiplica. En donde había cinco, ahora hay diez. En donde había dos, ahora hay cuatro. Aquellas personas que simplemente la estudian encuentran que su conocimiento se multiplica. Significados más ricos y más profundos aparecen en los pasajes que creían que les eran familiares. Una y otra vez descubren que conforme su entendimiento crece su fe se profundiza.

Aquellas personas que la entierran y no le prestan ninguna atención, encuentran que su valor disminuye mientras más la ignoran. No solamente están sus amigos y vecinos siendo privados por su falta de comunicación, sino que ellos mismos pierden la visión y el entendimiento. Finalmente, lo poco que tenían les es quitado.

Y así el viejo principio de “úselo o piérdalo” regresa al final de la era. Recuerden que estamos hablando de un tiempo después que la Iglesia ha dejado la Tierra. La doctrina de la Seguridad Eterna expira con nuestra partida y quienes se quedaron atrás serán responsables de mantener su fe (Apocalipsis 16:14).

Y esa es la lección de la parábola de los Talentos. (Revisado el 5 de junio de 2004)