Los Tiempos Del Fin Según Isaías, Parte 8

Miércoles, 4 de septiembre de 2019

En este artículo veremos el terrible destino de las naciones tal y como lo predice el capítulo 34, seguido de la gloriosa restauración de Israel en el capítulo 35. El contraste no puede ser más grande.

Isaías 34, El Juicio Contra Las Naciones

Acérquense, naciones, júntense para oír; y ustedes, pueblos, escuchen. Oiga la tierra y cuanto hay en ella, el mundo y todo lo que produce. Porque Jehová está airado contra todas las naciones, e indignado contra todo el ejército de ellas; las destruirá y las entregará al matadero. Y los muertos de ellas serán arrojados, y de sus cadáveres se levantará hedor; y los montes se disolverán por la sangre de ellos (Isaías 34:1-3).

No queda ninguna duda. Este pasaje está dirigido a la gente de la tierra al final de la era. Recordemos que el Señor hizo que Jeremías escribiera que uno de Sus objetivos en la gran tribulación era destruir completamente a las naciones (Jeremías 30:11). Y dependiendo cuál interpretación sigue usted, hasta la mitad de la población mundial post Rapto perecerá durante los siete años de la semana Setenta de Daniel. En el peor de los casos morirá un millón de personas cada día durante los siete años del tiempo más devastador en toda la historia de la tierra. Decir que el capítulo 34 es un pasaje muy intenso es quedarse uno muy corto de la realidad. Aun Apocalipsis sentirá mucha presión para sobrepasar esto.

Y todo el ejército de los cielos se disolverá, y se enrollarán los cielos como un libro; y caerá todo su ejército, como se cae la hoja de la parra, y como se cae la de la higuera (Isaías 34:4).

Este versículo contiene un componente astronómico y otro espiritual. Es cierto, las estrellas van a desaparecer del cielo nocturno, pero los ángeles que se rebelaron con Satanás finalmente serán derrotados también. Hablando sobre el momento después de la gran tribulación, el Señor dijo,

E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas” (Mateo 24:29).

“Las potencias de los cielos”, en otras versiones ha sido traducida como “cuerpos celestes”. Sin embargo “las potencias de los cielos” es una traducción más fiel del original griego. Pablo las describe como “huestes espirituales de maldad en las regiones celestes” (Efesios 6:12). Los guerreros de Satanás serán recogidos y él mismo será encadenado para empezar su término de prisión de 1000 años (Apocalipsis 20:2-3).

Porque en los cielos se embriagará mi espada; he aquí que descenderá sobre Edom en juicio, y sobre el pueblo de mi anatema. Llena está de sangre la espada de Jehová, engrasada está de grosura, de sangre de corderos y de machos cabríos, de grosura de riñones de carneros; porque Jehová tiene sacrificios en Bosra, y grande matanza en tierra de Edom. Y con ellos caerán búfalos, y toros con becerros; y su tierra se embriagará de sangre, y su polvo se engrasará de grosura (Isaías 34:5-7).

Apocalipsis 12:7-17 nos habla sobre la guerra en el cielo, cuando Satanás y sus fuerzas serán expulsados a la tierra. Ahora el Señor arremete contra ellos para terminar el trabajo. El Reino de Dios está invadiendo la tierra para destronar al usurpador y tomar posesión de lo que fue redimido en la cruz. No solamente fueron los pecadores por los que el Señor entregó Su vida, sino también por la creación misma (Romanos 8:19-21).

Cuando el Señor menciona a Edom como el pueblo que Él ha destruido completamente, significa que Él está hablando de la tierra que ellos ocuparon una vez antes que Nabucodonosor terminara para siempre con su identidad nacional. Bosra es la región en la tierra de Edom donde se localiza Petra, justo al sur y al este del extremo sur del Mar Muerto. Este será el hogar del remanente judío que habrá obedecido a la advertencia del Señor en Mateo 24:15 y ha escapado del anticristo al comienzo de la gran tribulación. La matanza a la que se refiere Isaías es la derrota total de las fuerzas del enemigo que persiguen al remanente con la intención de destruirlo. En vez de eso, ellos mismos son los que dejarán de existir. Este evento lo veremos de nuevo descrito en Isaías 63:1-6.

Porque es día de venganza de Jehová, año de retribuciones en el pleito de Sion. Y sus arroyos se convertirán en brea, y su polvo en azufre, y su tierra en brea ardiente. No se apagará de noche ni de día, perpetuamente subirá su humo; de generación en generación será asolada, nunca jamás pasará nadie por ella.

Se adueñarán de ella el pelícano y el erizo, la lechuza y el cuervo morarán en ella; y se extenderá sobre ella cordel de destrucción, y niveles de asolamiento. Llamarán a sus príncipes, príncipes sin reino; y todos sus grandes serán nada. En sus alcázares crecerán espinos, y ortigas y cardos en sus fortalezas; y serán morada de chacales, y patio para los pollos de los avestruces (Isaías 34:8-13).

La tierra al este del Mar Muerto será un área totalmente devastada, consistiendo solamente de brea ardiente y de azufre. En el pasado brotaba de entre las fisuras del manto de la tierra, alquitrán, o asfalto, que cubría la superficie del cercano Mar Muerto, en donde el agua fría lo solidificaba. Cuando le caía un rayo, la brea se incendiaba, dándole al mundo antiguo un cuadro del lago de fuego. Y en las cenizas de los restos de Sodoma y Gomorra, el olor distintivo de azufre aun penetra en el aire. Según los expertos, la brea también se almacenó debajo de la superficie para luego ser expulsada al aire como bolas de fuego las cuales llovieron sobre esas ciudades, destruyéndolas completamente. Ambas acciones serán repetidas de nuevo, pero esta vez el resultado será permanente.

Esta área será una ruina inhabitable que arderá para siempre. Entonces, ¿cómo es que los animales salvajes van a vivir allí? Como fue en Isaías 13:21-22 la palabra original hebrea aquí se refiere a demonios. Los traductores sustituyeron esa palabra por nombres de animales para acomodarse a una sociedad que ya no creía en seres demoníacos. Una buena Biblia de estudio debería tener una nota al pie diciendo que el verdadero significado de las palabras hebreas es incierto, pero algunas han sido expresadas como el aullador, el dragón, hija del grito, sátiro, espectro, demonio femenino, serpiente cabeza de flecha, o ave de rapiña, en los escritos antiguos.

Las palabras hebreas traducidas como destrucción y asolamiento en este pasaje también las encontramos en Génesis 1:2 en donde se traducen como desordenada y vacía. Estas dos palabras hebreas solamente se utilizan en la Biblia para describir los efectos posteriores de un juicio, dando la impresión de que la tierra estaba desolada entre los primeros dos versículos de Génesis como resultado de la rebelión de Satanás, y pudo haber estado en tinieblas durante eones antes de que Dios pronunciara las palabras “Sea la luz”, y así fue.

Las fieras del desierto se encontrarán con las hienas, y la cabra salvaje gritará a su compañero; la lechuza también tendrá allí habitación, y hallará para sí reposo. Allí anidará el búho, pondrá sus huevos, y sacará sus pollos, y los juntará debajo de sus alas; también se juntarán allí buitres, cada uno con su compañera.

Busquen en el libro de Jehová, y lean si faltó alguno de ellos; ninguno faltó con su compañera; porque su boca mandó, y los reunió su mismo Espíritu. Y él les echó suertes, y su mano les repartió con cordel; para siempre la tendrán por heredad; de generación en generación morarán allí. (Isaías 34:14-17).

La horda demoníaca habitará aquí a través de las generaciones, porque la boca del Señor lo ha dicho.

Isaías 35. El Gozo De Los Redimidos

Se alegrarán el desierto y la soledad; el yermo se gozará y florecerá como la rosa. Florecerá profusamente, y también se alegrará y cantará con júbilo; la gloria del Líbano le será dada, la hermosura del Carmelo y de Sarón. Ellos verán la gloria de Jehová, la hermosura del Dios nuestro (Isaías 35:1-2).

Cada uno de mis viajes a Israel ha sido diferente, y en el proceso, he podido ver todo el país. También he podido ver la evidencia dramática de que esta profecía se cumplirá. En mi primer viaje llagamos después de la peor tormenta de nieve en 100 años. Exceptuando en los lugares altos del Monte Hermón, en Israel generalmente no nieva. Jerusalén había quedado paralizada porque no tienen equipo para remover nieve. Pero en un par de días el clima calentó y la nieve se derritió. Cuando llegamos al Mar Muerto unos días después, aun nuestros experimentados guías se quedaron boquiabiertos. Casi de la noche a la mañana, el área que normalmente está desierta, había florecido con toda clase de yerbas y de flores silvestres cosa que nadie había visto antes. Fue una transformación absolutamente milagrosa que nunca se volvió a repetir en mis viajes posteriores. Pero cuando el Señor retorne así será todo el tiempo.

En otro viaje pudimos ir al observatorio sobre el Monte Carmelo al lugar donde Elías se había burlado de los sacerdotes de Baal. Mirando hacia el este vimos un casi interminable bosque y se nos dijo que cada árbol de ese bosque había sido sembrado desde 1948.

Más tarde continuamos hacia el extremo norte al bosque nacional de Dan, junto a Siria y Líbano. Pudimos caminar durante horas a través de ese bosque sereno en uno de los días de más paz que hemos tenido en todos nuestros viajes. Pude reflexionar con frecuencia sobre estas experiencias cuando leía pasajes como este y le doy gracias al Señor por habernos dado estos vistazos de la manera como Su tierra será durante la Era del Reino.

Fortalezcan las manos cansadas, afirmen las rodillas endebles. Díganles a los de corazón apocado: Esfuércense, no teman; vuestro Dios viene con retribución, con pago; Dios mismo vendrá, y los salvará.

Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos, y los oídos de los sordos se abrirán. Entonces el cojo saltará como un ciervo, y cantará la lengua del mudo; porque aguas serán cavadas en el desierto, y torrentes en la soledad. El lugar seco se convertirá en estanque, y el sequedal en manaderos de aguas; en la morada de chacales, en su guarida, será lugar de cañas y juncos. (Isaías 35:3-7).

En ese día el pueblo de Dios no tendrá solamente unos vistazos de Su Gloria. Una vez que la maldición desaparezca, ellos estarán inmersos en esa gloria. La tierra brotará en gloriosos arreglos habiendo finalmente quedado liberada de la atadura de la descomposición. Y así Su pueblo también va a brotar al haber sido restaurada su salud y su felicidad.

Y habrá allí calzada y camino, y será llamado Camino de Santidad; no pasará inmundo por él, sino que él mismo estará con ellos; el que anduviere en este camino, por torpe que sea, no se extraviará. No habrá allí león, ni fiera subirá por él, ni allí se hallará, para que caminen los redimidos. Y los redimidos de Jehová volverán, y vendrán a Sion con alegría; y gozo perpetuo será sobre sus cabezas; y tendrán gozo y alegría, y huirán la tristeza y el gemido. (Isaías 35:8-10).

La interminable fila de los redimidos de Israel de todas las épocas pasadas, todos gloriosos en sus cuerpos redimidos, finalmente estarán en su hogar. Y el Señor estará allí y morará entre ellos para siempre.

Porque con alegría saldrán, y con paz serán vueltos; los montes y las colinas levantarán canción delante de ustedes, y todos los árboles del campo darán palmadas de aplauso. En lugar de la zarza crecerá ciprés, y en lugar de la ortiga crecerá arrayán; y será a Jehová por nombre, por señal eterna que nunca será raída” (Isaías 55:12-13).

¡Aleluya! Porque el Señor nuestro Dios todopoderoso reina.

28 de febrero de 2009