Un estudio bíblico por Jack Kelley
“En otra ocasión, Jesús dijo: «Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.»” (Juan 8:12).
Literalmente eso significa que las personas que se unen a Jesús como uno de Sus seguidores no desconocerán las cosas espirituales sino que tendrá el poder de entender especialmente las cosas espirituales que traen la vida eterna. Cuando tomamos el tiempo para aprender y aplicar esas verdades en fe descubrimos que el viejo adagio es cierto. Cualquiera que sea la pregunta espiritual, Jesús es la respuesta.
¿Se siente usted oprimido o desanimado? ¿Vencido por las preocupaciones de la vida?
“Regocíjense en el Señor siempre. Y otra vez les digo, ¡regocíjense! Que la gentileza de ustedes sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca. No se preocupen por nada. Que sus peticiones sean conocidas delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias, Y que la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guarde sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús. Así que mi Dios suplirá todo lo que les falte, conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús” (Filipenses 4:4-7, 19)
Se siente culpable debido a sus pecados?
“Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad” (1 Juan 1:9).
¿Tiene problemas económicos?
“Den, y se les dará una medida buena, incluso apretada, remecida y desbordante. Porque con la misma medida con que ustedes midan, serán medidos” (Lucas 6:38).
“Para que sean ustedes enriquecidos en todo, para toda generosidad, que por medio de nosotros produce acción de gracias a Dios” (2 Corintios 9:11).
¿O problemas de salud?
“¿Hay entre ustedes algún enfermo? Que se llame a los ancianos de la iglesia, para que oren por él y lo unjan con aceite en el nombre del Señor. La oración de fe sanará al enfermo, y el Señor lo levantará de su lecho. Si acaso ha pecado, sus pecados le serán perdonados. Confiesen sus pecados unos a otros, y oren unos por otros, para que sean sanados. La oración del justo es muy poderosa y efectiva” (Santiago 5:14-16).
Lo digo de nuevo. Cualquiera que sea la pregunta espiritual, Jesús es la respuesta.
Nuestra oración: Te alabamos porque Tú eres nuestra Luz en este mundo en tinieblas. Señor traemos nuestras preocupaciones y las ponemos a Tus pies. Te entregamos nuestros temores, y permite que Tu luz brille en la oscuridad que vemos. Te pedimos que brille Tu luz de revelación en nuestros corazones y que podamos oír tu suave voz que nos guía. Tú eres la respuesta a todas nuestras preguntas y quien suple todas nuestras necesidades. Amén.