OSAS y la Iglesia en Sardis (Ap. 3:1-6)

Domingo, 17 de agosto de 2014

Un Estudio Bíblico por Jack Kelley

Sigo recibiendo preguntas de personas que piensan si Apocalipsis 3:5 niega OSAS (Una vez salvos siempre salvos, por sus siglas en inglés). Usualmente estas preguntas provienen de personas que creen en OSAS pero han visto que Apocalipsis 3:5 se ha utilizado en su contra por gente que no cree en eso. Luego escriben con la esperanza de que yo tenga una respuesta para confirmar su creencia y que también puedan usarla para defenderse la próxima vez que sean confrontadas con este versículo.

Ya he respondido esta pregunta varias veces y he publicado mi respuesta en la sección de “Pregúntele a un Profesor de Biblia” en nuestra página web, pero nunca le había dedicado un artículo completo. Cuando volví a recibir la pregunta esta semana, decidí escribir una respuesta más extensa.

Este es un buen momento para que nosotros recordemos que la Biblia, siendo la Palabra de Dios, no puede contradecirse a sí misma. Por consiguiente, cuando hay múltiples versículos que respaldan una posición es un error pensar que hay algún otro versículo que se opone a esa posición, a pesar de que de primera entrada pareciera haber una contradicción. En vez de eso vamos a ver más de cerca el versículo “contradictorio” para ver en dónde es que lo hemos malentendido.

En cuanto a OSAS concierne hay múltiples versículos muy claros que lo respaldan. Juan 6:37-40, Juan 10:27-30, Romanos 8:38-39, 2 Corintios 1:21-22, Efesios 1:13-14 son unos buenos ejemplos. Por lo tanto, nuestra meta al repasar Apocalipsis 3:1-6 es ver en dónde es que las personas que contradicen OSAS lo han malentendido.

Empecemos con unos antecedentes del Libro de la Vida mencionado en Apocalipsis 3:5, porque aquí es en dónde los que niegan OSAS se concentran. Esas personas dicen que la promesa del Señor de no borrar el nombre de los vencedores significa que Él sí puede borrar el nombre de los que no son vencedores. Por lo tanto, una persona puede perder su salvación por no ser un vencedor. (Para un estudio completo de lo que significa ser un vencedor, lea el artículo “¿Quiénes son los Vencedores?” 12 de junio de 2014)

La Biblia menciona dos libros similares, un Libro de la Vida y un Libro de la Vida del Cordero, y solamente el Libro de la Vida aparece en Apocalipsis 3:5, así que empecemos con este.

El Libro de la Vida

Según el Salmo 139:16 todos los días que fueron ordenados para nosotros fueron escritos en el Libro de la Vida antes de que alguno de ellos sucediera. Muchos eruditos toman que eso quiere decir que los nombres de toda persona que jamás haya nacido están escritos en el Libro de la Vida.

La primera mención del Libro de la Vida (literalmente el Libro de los Vivientes) se encuentra en Éxodo 32 en donde el Señor amenazó con destruir a todos los israelitas debido a la rebelión del becerro de oro (Éxodo 32:10). Moisés intercedió por ellos, pidiéndole al Señor que perdonara los pecados del pueblo, pero que si Él no estaba dispuesto a hacerlo, entonces que borrara el nombre de Moisés de Su libro (Éxodo 32:32).

Moisés estaba ofreciéndose a ser eternamente excluido de la presencia del Señor por los pecados del pueblo. Ofrecer eso fue para él algo increíble y en alguna forma fue una anticipación de lo que Jesús después haría por toda la humanidad. El Señor dijo que en vez de destruirlos a todos en ese momento Él retrasaría su castigo final hasta un tiempo en el futuro. Pero cuando llegara ese momento Él borraría los nombres de todos aquellos que habían pecado en contra de Él (Éxodo 32:33-34). Eso nos dice que los nombres de quienes pecan en contra de Dios pueden ser borrados del Libro de la Vida.

En el judaísmo se cree que este libro se abre y actualiza cada año durante los 10 días previos al Yom Kippur. Durante ese tiempo las personas tratan de enderezar todo lo malo que hicieron en el año anterior por medio del arrepentimiento, oración y buenas obras. Ellos hacen eso con la esperanza de que sus nombres sean inscritos en el libro de la vida durante otro año más antes de que sea sellado en el día de Yom Kippur. Una bendición tradicional entre el pueblo judío durante esos días del año es, “Que tu nombre sea inscrito y sellado para un buen año.”

El Libro de la Vida del Cordero

En Apocalipsis 13:8 se nos presenta otro Libro de la Vida, este pertenece al Cordero quien fue inmolado desde la fundación del mundo. En este versículo Juan dijo que todos los moradores de la Tierra, cuyos nombres no están escritos en el Libro de la Vida del Cordero, van a adorar al anticristo. Pedro confirma que el Cordero es Jesús, así que el Libro de la Vida del Cordero parece ser el registro de la Iglesia, rescatada del tiempo y del lugar de los juicios de los tiempos del fin (1 Tesalonicenses 1:10).

Algunas traducciones de Apocalipsis 13:8 indican que el Libro de la Vida del Cordero fue escrito desde la creación del mundo. Si es así, significa que el nombre de cada miembro de la Iglesia le era conocido a Dios y fue inscrito allí en ese momento. Dios pudo hacer eso porque Él conoce el fin desde el principio. (Pablo mencionó el pre-conocimiento de Dios en Romanos 8:29.) Puesto que a la Iglesia se le promete la bendición de la seguridad eterna, si fuera posible borrar cualquier nombre del Libro de la Vida del Cordero, querría decir que Dios cometió un error al inscribirlo ahí en primer lugar. Claro, Dios no puede cometer esa clase de error.

Apocalipsis 21:27 dice que solamente aquellas personas cuyos nombres están escritos en el Libro de la Vida del Cordero pueden vivir en la Nueva Jerusalén. Mi opinión es que eso significa que la Nueva Jerusalén es el hogar exclusivo de la Iglesia. Contiene las moradas que Jesús ha estado preparando para nosotros en la casa de Su Padre (Juan 14:2-3). Apocalipsis 13:8 y Apocalipsis 21:27 son las únicas dos referencias en la Biblia del Libro de la Vida del Cordero.

Algunas personas han expresado la opinión de que puesto que las personas creyentes de después del rapto también han sido salvadas por el Cordero, sus nombres deberían también estar en el Libro de la Vida del Cordero. Pero el hecho es que cada persona salva en la historia, ya sea del Antiguo Testamento o del Nuevo, le debe su salvación al Señor por Su muerte sustitutoria en nuestro nombre. Después de todo, ese fue un sacrificio único y para siempre (Hebreos 10:12). Y de todos los santos, solamente los de la Era de la Iglesia son únicos. Solamente a nosotros se nos promete ser miembros de la familia de Dios (Juan 1:12-13), la seguridad eterna (Efesios 1:13-14), la salvación por la gracia por medio de la fe solamente (Efesios 2:8-9), un asiento al lado del Señor en los lugares celestiales (Efesios 2:6), una herencia conjunta con Él (Romanos 8:17) y un hogar en la Nueva Jerusalén (Apocalipsis 21:27). Si el Libro de la Vida del Cordero es para todas las persona creyentes no habría necesidad del mismo, porque el nombre de cada creyente aparecería escrito en el Libro de la Vida. Con estos antecedentes analicemos Apocalipsis 3:1-6.

La Carta a la Iglesia en Sardis

Escribe al ángel de la iglesia en Sardis:

El que tiene los siete espíritus de Dios, y las siete estrellas, dice esto: Yo conozco tus obras, que tienes nombre de que vives, y estás muerto. Sé vigilante, y afirma las otras cosas que están para morir; porque no he hallado tus obras perfectas delante de Dios. Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído; y guárdalo, y arrepiéntete. Pues si no velas, vendré sobre ti como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti.

Pero tienes unas pocas personas en Sardis que no han manchado sus vestiduras; y andarán conmigo en vestiduras blancas, porque son dignas. El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.

Hay tres detalles que nos dan el contexto de esta carta. Primero que todo, observen que el Señor se refiere a Su venida sobre ellos (2da Venida), y no por ellos (Rapto). Luego vemos que Él está hablando sobre el Libro de la Vida y no el Libro de la Vida del Cordero. Finalmente, Él dijo que solamente unos pocos en esa iglesia no han manchado sus vestiduras y andarán con Él en vestiduras blancas.

(Cuando se usan de manera simbólica, las vestiduras representan nuestra justificación. Isaías 61:10, e Isaías 64:6 son ejemplos de ello. Haber manchado sus vestiduras significa que su justificación no es suficiente para morar con Dios. Eso es lo que Jesús quiso decir cuando dijo que las obras de ellos están incompletas.)

Eso significa que solamente unas pocas personas de la Iglesia en Sardis calificarán para el Rapto. Él estaba hablándoles a los demás cuando les advirtió que velaran, que recordaran lo que habían recibido y oído (el Evangelio) y se arrepintieran (cambiaran su manera de pensar acerca de la necesidad de un Salvador). De otra manera ellos no sabrán a qué hora Él vendrá sobre ellos y podrían perder su última oportunidad de ser salvos.

Estos detalles nos dicen que a pesar de que Él le está hablando a una iglesia, la mayoría de las personas de esa iglesia no pertenecen a La Iglesia. Si pertenecieran, Él se habría referido al Libro de la Vida del Cordero, el cual contiene solamente el nombre de las personas creyentes nacidas de nuevo, y Él habría dicho que venía por ellas en el rapto, y también Él habría dicho que andarían con Él en vestiduras blancas. (En Efesios 5:25-27 el Señor describió a la Iglesia como gloriosa, sin mancha ni arruga ni cosa semejante, sino santa y sin mancha.)

¿Quiénes son estas personas?

Cuando se ven en el orden en que aparecen, las siete iglesias de Apocalipsis 2-3 proveen un panorama de la historia de la Iglesia. Por la forma particular en que el Señor las describe, podemos ver a la iglesia apostólica en la carta a Éfeso, la iglesia perseguida en Esmirna, la iglesia fusionada con el sistema romano pagano en Pérgamo, la Iglesia Católica en Tiatira, la iglesia protestante en Sardis, la iglesia evangélica en Filadelfia, y la iglesia apóstata en Laodicea.

De las siete iglesias, Éfeso, Esmirna, y Pérgamo han desaparecido, pero Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea todavía están representadas conforme en fin de la era se acerca.

Sardis representa la iglesia de la reforma, la cual creció hasta convertirse hoy día en una principal denominación. Solamente unas pocas personas son nacidas de nuevo y serán raptadas. Estas son las que no han manchado sus vestiduras y son dignas de andar con Él. Pero aquellas que son vencedoras durante los juicios de los tiempos del fin todavía podrán entrar en la eternidad con Él.

En todas las siete cartas ‘vencer’ significa permanecer verdaderamente en la simpleza del Evangelio, creyendo que Jesús murió por nuestros pecados y resucitó de nuevo, sin añadirle ni quitarle nada. Cuando Jesús dijo que la iglesia en Sardis tenía reputación de estar viva pero que en realidad estaba muerta, Él los estaba acusando de haberle quitado tantas partes al Evangelio que lo que quedaba ya no era suficiente para salvarlos. Esto ciertamente es verdad para las denominaciones liberales, que creen que las personas son salvas solamente por pertenecer a su iglesia. Pero al leer sus biblias, las personas de estas iglesias fácilmente pueden darse cuenta de la verdad de lo que se necesita para ser salvas (1 Corintios 15:1-4).

¿De qué se trata todo eso?

De lo anterior podemos ver que Apocalipsis 3:1-6 es una carta que está dirigida a los protestantes que asisten a la iglesia, y no a los creyentes nacidos de nuevo. En ella el Señor estaba amonestando a la mayoría de esas personas que hicieran lo que la minoría había hecho, y que recordaran lo que originalmente se les había enseñado.

Las cinco “solas” de la reforma resumían la teología original de los reformadores. Sola fides, sólo la fe; Sola Striptura, sólo las Escrituras; Solus Cristus, solamente Cristo; Sola gratia, solamente la gracia; Sola Deo Gloria, solamente la Gloria de Dios. Estas cinco solas fueron la impugnación de los reformadores a la Iglesia Católica y sus tradiciones extra bíblicas. Eso es lo que enseñaron, eso es lo que la iglesia protestante originalmente recibió y escuchó, y eso es lo que Jesús estaba amonestándoles para que recordaran. Ellos necesitaban asirse fuertemente a las cinco solas y cambiar de manera de pensar acerca de la actual teología no bíblica.

Ahora podemos ver que Apocalipsis 3:1-6 no se trata de la seguridad eterna. Se trata de recordarles a las personas que no son salvas en primer lugar, lo que fue la intención original de la reforma, y retornar a lo que habían recibido y oído. Haciendo eso era la manera cómo evitarían que sus nombres fueran borrados del libro.

Puesto que no hay ninguna mención del Libro de la Vida del Cordero parece que los destinatarios finales de esta advertencia serán las personas que se quedarán atrás cuando la Iglesia sea llevada en el Rapto. Fracasar en escuchar la advertencia del Señor puede dejarlas en una mala posición en la Segunda Venida.

En cuatro ocasiones en el Discurso del Monte de los Olivos el Señor dijo que la gente en la Tierra en ese momento no sabrá el día ni la hora de Su retorno (Mateo 24:36, Mateo 24:42-44, Mateo 24:50, Mateo 25:13). Él le advirtió lo mismo a la iglesia en Sardis. Ellos corrían el riesgo de darse cuenta cuando ya fuera demasiado tarde, pues habían perdido su oportunidad. Yo creo que eso es lo que Jesús quiso decir cuando dijo,

Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria” (Mateo 24:30).

Las tribus (la gente) harán lamentación porque se darán cuenta de que lo que habían escuchado acerca de Jesús era cierto. Él viene a juzgar al mundo y ya para entonces será demasiado tarde para ellas. Habrán quedado atrapadas en el lado equivocado de la decisión más importante de sus vidas.

Si usted tiene amistades y seres queridos en el mismo estado como en la iglesia en Sardis, por favor adviértales qué es lo que está en juego aquí. No permita que se arriesguen a perder su última oportunidad para ser salvos. 17/08/14