Domingo, 7 de septiembre de 2014
Un Comentario por Jack Kelley
Durante la última década, aproximadamente, un número de ministerios judíos “anti misioneros” han aflorado para combatir la creciente conversión de personas judías a la creencia en Jesús como el Mesías de Israel. Han salido a escena debido a que en palabras de estos ministerios, “Mas judíos se han convertido al cristianismo en los últimos 19 años que en los anteriores 1900.” Recientemente alguien escribió preguntándome que respondiera a las siguientes siete razones que uno de estos ministerios ha publicado para respaldar su afirmación de que Jesús no puede ser el Mesías Judío.
1) Jesús no cumplió las profecías mesiánicas
Afirmación: La Biblia dice que Jesús va a:
A. Construir el Tercer Templo (Ezequiel 37:26-28).
B. Reunir a todos los judíos de vuelta a la Tierra de Israel (Isaías 43:5-6).
C. Conducir a una era de paz mundial, y terminar todo el odio, opresión, sufrimiento y enfermedades. “No alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra.” (Isaías 2:4)
D. Propagar el conocimiento universal del Dios de Israel, el cual unirá a toda la humanidad en una sola. Como dice, “Dios será Rey sobre toda la tierra. En aquel día Dios será Uno, y uno Su Nombre” (Zacarías 14:9).
El hecho histórico es que Jesús no cumplió con ninguna de estas profecías mesiánicas.
Respuesta: Lo que ellos quieren decir aquí es que Jesús no cumplió las profecías de la Era del Reino. Pero ellos ignoran los cientos de profecías mesiánicas que Jesús sí cumplió. Estas profecías tenían la intención de ayudarlos a identificar al Mesías cuando Él llegara. Seguidamente unos pocos ejemplos:
Él nació en Belén como se predijo Miqueas 5:2.
Él nació de una virgen como lo predijo Isaías 7:14.
Él vino de la tribu de Judá como lo predijo Génesis 49:10.
Él fue el Hijo de Dios como lo predijo el Salmo 2:7
Él fue el hijo de David como lo predijo 2 Samuel 7:14-16.
Él tuvo una unción especial del Espíritu Santo como lo predijo Isaías 11:2.
Él les dio la vista a los ciegos e hizo andar a los cojos como lo predijo Isaías 35:5-6.
Si los líderes de Israel lo hubieran reconocido y le hubieran permitido ser el sacrificio supremo por sus pecados, como fue predicho en Isaías 53:45, Él pudo haber cumplido con las profecías del Reino en ese momento también. Y puesto que no lo reconocieron como tal, Él regresó al Cielo después de Su resurrección para esperar el llamado de ellos para que retorne como se predijo en Oseas 5:15.
2) Jesús no encarnó las cualidades personales del Mesías
a. Jesús no fue un profeta.
Afirmación: La profecía solamente puede existir en Israel cuando la tierra esté habitada por la mayoría de los judíos del mundo. Durante el tiempo de Esdras (cerca del año 300 AEA), cuando la mayoría de los judíos rehusaron trasladarse de Babilonia a Israel, la profecía terminó con la muerte de los últimos profetas—Hageo, Sacarías y Malaquías. Jesús apareció en escena aproximadamente 350 años después que la profecía había terminado.
Respuesta: No puedo encontrar ningún respaldo bíblico para esta. Y el gran sabio hebreo Moshe ben Maimon (Maimonides), que vivió 1500 años después que la profecía supuestamente había terminado, dijo que cualquier hombre tiene el potencial de ser profeta (no solamente los judíos). Él no hizo ninguna mención de la necesidad de que la mayoría de los judíos del mundo viviera en Israel en relación con eso. Además, hubo un espacio de tiempo de aproximadamente 400 años entre Malaquías, el último de los profetas del Antiguo Testamento y el nacimiento de Jesús. Esdras, Hageo, y Zacarías lo precedieron.
b. Jesús no fue un descendiente de David.
Afirmación: El Mesías debe de ser descendiente del lado de su padre del Rey David (vea Génesis 49:10 e Isaías 11:1). Según la afirmación cristiana de que Jesús fue el producto de un nacimiento virginal, Él no tuvo un padre—y de esa manera no pudo haber cumplido con el requisito mesiánico de ser un descendiente del Rey David por parte de su padre.
Respuesta: En primer lugar ni Génesis 49:10 ni Isaías 11:1 especifican que el Mesías debe de ser descendiente del Rey David del lado de Su padre. Génesis 49:10 simplemente dice que Él será de la tribu de Judá, e Isaías 11:1 dice que Él sería descendiente de la familia de Isaí, padre de David.
Pero usar un hecho que ellos no aceptan (el nacimiento virginal) para decir que Jesús no tuvo padre y por consiguiente no puede ser descendiente de David desafía la lógica. Como ustedes verán, ellos no creen en el nacimiento virginal, así que deben de creer que Jesús tenía un padre terrenal. El candidato más obvio habría sido José, con quien María estaba desposada, y que era descendiente de David. Pero aún si ellos rechazaban a José, lo más que podrían decir es que no saben quién era el padre de Jesús, así que no pueden estar seguros de Su herencia familiar.
Pero lo más importante es que en Génesis 3:15 Dios dijo en efecto que el Mesías sería descendiente de Eva. Así que desde los tiempos más antiguos se ha sabido que el Mesías sería descendiente de una mujer. María la madre del Señor era descendiente del Rey David a través Natan, hermano de este.
c. El cumplimiento de la Torá
Afirmación: La Torá declara que todos los mitzvot (mandamientos) son vinculantes para siempre, y cualquiera que venga a cambiar la Torá de inmediato se le identifica como un falso profeta (Deuteronomio 13:1-4). En todo en Nuevo Testamento Jesús contradice la Torá y dice que los mandamientos ya no se aplican.
Respuesta: Deuteronomio 13:1-4 era una advertencia en contra de los falsos profetas que seducían a la gente a seguir otros dioses. Jesús nunca hizo eso. Además, Él también dijo, “No piensen que he venido para derogar la ley o los profetas; no he venido para derogar, sino para cumplir. Porque de cierto les digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido” (Mateo 5:17-18).
3) Versículos mal traducidos “referentes” a Jesús
a. El nacimiento virginal
Afirmación: La idea cristiana de un nacimiento virginal se deriva del versículo en Isaías 7:14 que describe un “alma” que da a luz. La palabra “alma” siempre ha significado una mujer joven, pero los teólogos cristianos llegaron siglos más tarde y la tradujeron como “virgen”.
Respuesta: Es cierto que la palabra hebrea “alma” ha sido traducida “virgen” en Isaías 7:14 y que esa palabra también significa una “mujer joven”. Pero no fueron los teólogos cristianos quienes determinaron la primera vez que “alma” debía ser traducida “virgen.” Cuando el gobernante griego Ptolomeo Filadelfo II comisionó a 70 eruditos judíos para que tradujeran la Biblia hebrea al idioma Griego en el siglo tercero a.C., ellos seleccionaron la palabra griega “partenos” para “alma” en Isaías 7:14. Partenos es una palabra que solamente puede referirse a alguien que no ha tenido relaciones sexuales. (El trabajo de estos eruditos se llegó a conocer como la traducción Septuaginta y fue la traducción más ampliamente utilizada del Antiguo Testamento durante el tiempo del Señor.)
Además, en Isaías 7:14 el profeta estaba describiendo una señal que Dios le daría a Israel. ¿Qué clase de señal sería decir que una joven mujer daría a luz? Eso sucedía todos los días y no habría tenido sentido. Pero un nacimiento virginal sí habría sido una señal milagrosa inequívoca.
La palabra hebrea más común para virgen en la Biblia es “betula”. ¿Por qué el Señor no hizo que Isaías usara esa palabra en vez de “alma” para evitar confusiones?
Eso se debe a que cuando el Señor hacía que sus profetas pronunciaran una profecía importante con un cumplimiento lejano en el futuro, él generalmente redactaba la frase para que pudiera ser parcialmente cumplida durante la vida del profeta. En Deuteronomio 18:22 el Señor le había advertido a Su pueblo que si lo que un profeta decía no se hacía verdad, quería decir que ese profeta no estaba hablando en nombre del Señor. Un cumplimiento parcial durante la vida del profeta servía de confirmación para el cumplimiento final y lo protegía en contra de ser llamado un falso profeta.
En el caso de Isaías, el cumplimiento parcial se realizó en su propia esposa. Isaías 8 nos dice que concibió un hijo el cual durante sus primeros años fue un cumplimiento de las profecías a corto plazo en Isaías 7:15-17, repetida en Isaías 8:4. Y de Isaías 8:10 sabemos que el nombre Emanuel (Dios con nosotros) primeramente se asoció con él.
El señor no pudo haberle llamado a la esposa de Isaías virgen porque ella no lo era, y además solamente habría un nacimiento virginal. Pero él podía usar la palabra que lo insinuaba, así que hizo que Isaías usara “alma”. Mucho después que Isaías había muerto y a ellos solamente les quedaba el cumplimiento final con el cual tratar, los 70 eruditos judíos que mencioné anteriormente confirmaron que la clara intención del pasaje era el ser una profecía del nacimiento virginal.
b. La crucifixión
Afirmación: El versículo en el Salmo 22:16 lee así, “Como un león, están en mis manos y mis pies.” La palabra hebrea ki-ari (como un león) es gramaticalmente similar a la palabra “gubia”. Entonces el cristianismo lee el versículo como una referencia a la crucifixión. “Horadaron mis manos y mis pies.”
Respuesta: Según la concordancia Strong la palabra hebrea en el Salmo 22:16 es “kara”. Esta palabra aparece 16 veces en el Antiguo Testamento y significa escarbar, hacer, abrir, u horadar.
Además, Zacarías 12:10 nos dice que cerca del final de la Gran Tribulación el Señor va a derramar un espíritu de gracia y de oración sobre el pueblo judío, diciendo, “Y mirarán a mí, a quien traspasaron.” Aquí se usa una palabra hebrea diferente y tanto la Biblia hebrea como la cristiana concuerdan en que significa “traspasar”. Es la segunda fuente que confirma la manera cómo el Mesías moriría.
c. El siervo sufriente.
Afirmación: El cristianismo dice que Isaías capítulo 53 se refiere a Jesús, como el “siervo sufriente”. En realidad, Isaías 53 sigue directamente el tema del capítulo 52, describiendo el exilio y la redención del pueblo judío. Las profecías están escritas de una manera singular porque los judíos (“Israel”) se consideran como una sola unidad. La Torá está repleta con ejemplos de la nación judía referida como un pronombre singular.
Respuesta: Esta es una afirmación muy débil porque en Isaías 52:13 el contexto claramente cambia a una discusión de “mi siervo” y los pronombres personales singulares “él”, “de él” y “su” desde allí y hasta el final de Isaías 53 todos se refieren a “mi siervo”. Realmente no hay forma de leer Isaías 53 de manera literal sin como que se refiere a una persona masculina. Tratar de hacer el pronombre singular de tercera persona como que representa a Israel nos deja con el problema de definir qué es lo que representan los pronombres en plural de la primera persona “nosotros”, “nos”, y “nuestro” (el pueblo hablando), porque es obvio del contexto que es Israel.
Adicionalmente, esta afirmación coloca a Israel en la posición de morir por los pecados de otras personas para darles la paz (Isaías 53:4-6). ¿Es que realmente hay alguien que cree eso? Además, Isaías 53:8 dice, “por la rebelión de mi pueblo fue herido.” Ya sea que estas palabras se le atribuyan a Dios o a Isaías, ¿no es Israel “mi pueblo”?
Finalmente una clara lectura de Isaías 53 describe con tanta exactitud el rechazo, sufrimiento, muerte, y resurrección del Mesías, que se ha dicho que más personas judías se han convertido al cristianismo con este sólo capítulo que con el resto de la Biblia.
4) La fe judía se basa solamente en la revelación nacional
Afirmación: A través de la historia miles de religiones han sido iniciadas por individuos que tratan de convencer a la gente de que él o ella es un verdadero profeta de Dios. Pero la revelación personal es algo extremadamente débil para una religión, porque uno no puede saber con exactitud si es cierta. Ya que otras personas no oyeron que Dios le habló a esa persona, tienen que creer lo que ella dice.
Aún si el individuo que dice tener revelación personal hace milagros, todavía no hay ninguna verificación de que sea un verdadero profeta. Por consiguiente, el judaísmo no es de milagros. Es una experiencia del testimonio ocular de cada hombre, mujer y niño, de pie frente al Monte Sinaí hace 3.300 años.
Respuesta: Dios le habló al pueblo una vez, y ellos le pidieron que no lo volviera a hacer, sino que nombrara profetas que hablaran por Él (Deuteronomio 18:15-18). De allí en adelante Dios solamente le habló a la nación a través de los que Él nombró como profetas.
Más aún, la idea de que el judaísmo no es de milagros, simplemente no se sostiene bajo ninguna inspección. Cuando los israelitas estaban resignados a cierta derrota en manos de los egipcios, Dios hizo que Moisés dividiera el Mar Rojo para darles una ruta de escape (Éxodo 14:15-31). Cuando no había suficiente tiempo durante el día para derrotar a sus enemigos, Josué le pidió a Dios que detuviera el sol, y Él lo hizo (Josué 10:12-15). Cuando no podían decidir si adorar a Baal o a Dios, Elías usó un milagro para persuadirlos que siguieran a Dios (1 Reyes 18:16-39).
Todo su Sistema religioso estaba basado en la evidencia que Dios regularmente les proveía a través de milagros. Según sus tradiciones, el humo de sus ofrendas siempre subía directo al cielo sin tomar en cuenta la fuerza del viento que soplaba o desde cuál dirección. Cuando el macho cabrío de la expiación moría en Yom Kippur, un cinto color escarlata atado a la puerta del templo siempre se tornaba color blanco para indicar que sus pecados habían sido olvidados en cumplimiento de Isaías 1:18. ¿Y qué dicen de la Pascua, no fue ese un evento milagroso? Su historia está llena de milagros que Dios les dio para respaldar la fe de Israel. Es la Iglesia a la que se le dice que crea en el poder de la fe solamente por la palabra revelada de Dios.
Estamos a un poco más de la mitad de la lista de las siete razones que los anti misioneros dan para explicar por qué los judíos rechazan a Jesús como su Mesías. Pero ya hemos tenido una buena oportunidad de ver del Antiguo Testamento que Jesús ciertamente es el Mesías de Israel. La próxima vez terminamos con el resto der las razones. 07/09/14