Domingo, 27 de octubre de 2013
Artículo de fondo por Jack Kelley
Palabra del Señor que vino al profeta Jeremías acerca de Elam, en el principio del reinado de Sedequías rey de Judá: (Sedequías reinó sobre el Reino del Sur del año 597 al 586 a.C.)
Así ha dicho el señor Todopoderoso:
He aquí que yo quiebro el arco de Elam, parte principal de su fortaleza. Traeré sobre Elam los cuatro vientos de los cuatro puntos del cielo, y los aventaré a todos estos vientos; y no habrá nación a donde no vayan fugitivos de Elam. Y haré que Elam se intimide delante de sus enemigos, y delante de los que buscan su vida; y traeré sobre ellos mal, y el ardor de mi ira, dice el Señor; y enviaré tras ellos espada hasta que los acabe. Y pondré mi trono en Elam, y destruiré a su rey y a su príncipe, dice el Señor. Pero acontecerá en los últimos días, que haré volver a los cautivos de Elam, dice el Señor. (Jeremías 49:34-39).
Sem, un hijo de Noé, fue el padre de todos los pueblos semitas (principalmente judíos y árabes). Elam fue el hijo mayor de Sem (Génesis 10:22). Nació después del diluvio y fue el patriarca de los elamitas. Sus descendientes se establecieron en el valle entre la costa nororiental del Golfo Pérsico y las Montañas de Zagreb, en donde algunas personas creen que el arca de Noé terminó allí.
(Génesis 11:2 dice que después del diluvio la nueva población de la Tierra se esparció hasta el este. Encontraron la planicie de Sinar y se establecieron allí. Esta planicie es donde los ríos Tigris y Éufrates corren paralelamente hacia el Golfo Pérsico. Se llegó a conocer como Mesopotamia que quiere decir “entre los ríos.” Las montañas de Zagreb quedan al este de Mesopotamia mientras que los montes de Ararat, lugar tradicional del Arca, quedan a varios cientos de kilómetros al norte.)
La ciudad capital de Elam, Susa, fue una de las primeras ciudades del mundo después del diluvio, y fue un centro regional, por intervalos, durante varios siglos antes de ser destruida por Asurbanipal, el último gran rey Asirio, en el año 647 a.C. Como era la costumbre de los reyes asirios, él removió a muchos de los sobrevivientes elamitas de su tierra natal y los llevó al antiguo Reino del Norte de Israel, el cual había sido conquistado por Asiria 74 años antes, en donde fueron reubicados entre los israelitas que permanecieron allí.
Eso fue sólo el comienzo
Pero eso no cumplió la profecía de Jeremías, la cual no sería dada por lo menos por otros 50 años. Susa fue reconstruida, solamente para volver a ser conquistada, esta vez por el rey persa Ciro. Fue reconstruida una vez más y renovada por el rey Darío el Grande para ser la capital del Imperio Persa. Susa fue mencionada en Daniel 8:2 como el lugar en donde el profeta recibió la visión registrada en Daniel 8 de la subsiguiente conquista del Imperio Persa por Alejandro Magno. Esta profecía se cumplió doscientos años después cuando Susa se rindió sin presentarle batalla a Alejandro.
Daniel 8:2 identifica Susa como una provincia de Elam, al indicar que ya era parte del Imperio Persa en ese tiempo. De esta corta historia parece que todos los versículos de la profecía de Jeremías, excepto el último, se cumplieron con las conquistas de los asirios y los persas. A propósito, Daniel fue sepultado en Susa y su tumba ha sido preservada hasta la fecha porque él ha sido siempre muy reverenciado entre el pueblo persa.
¿Quiénes son estas gentes?
Se puede armar un caso desde el punto de vista de que “persa” y “elamita” no son dos nombres para la misma gente porque habiendo conquistado a Elam, Persia se volvió el sucesor de Elam, cuyos habitantes originales, como lo indica la profecía de Jeremías, han sido esparcidos a los cuatro vientos y han estado ausentes de las páginas de la historia por más de 2500 años. La evidencia de la diferencia de origen entre los elamitas y los persas vino de boca de no menos que el rey Persa Darío el Grande quien dijo,
“Yo soy Darío, el gran rey, rey de reyes, el rey de muchos países y de muchas gentes, el rey de esta tierra extensa, e hijo de Wistaspa de Acaemanid, Persa, el hijo de un persa, ‘Ario’, de la raza Aria” (De la Gran Inscripción de Darío en Naqse-e-Rostam).
Algunos eruditos dicen que Irán significa “tierra de los arios” y afirman que los iraníes no son descendientes de Sem, como lo fueron los elamitas, sino que lo más probable es que vinieron de Jafet, cuyos descendientes son en su mayoría caucásicos. Esto apoya el punto de vista de que Elam y Persia no son nombres diferentes para la misma gente. También, los idiomas nativos de los dos grupos son distintos.
Esto puede explicar por qué Ezequiel, quien escribió desde Babilonia al mismo tiemplo que Jeremías lo hacía desde Jerusalén, identificó a uno de los principales participantes en la batalla de Ezequiel 38 como Persia, y no Elam, Dios le pudo haber informado, como lo hizo con Jeremías, que los elamitas serían conquistados y esparcidos a los custro vientos por sus vecinos persas.
También ayudaría a entender por qué los árabes del Medio Oriente hoy se oponen tanto a que los iraníes obtengan cualquier clase de ventaja política o militar sobre ellos. A pesar de que comparten variedades de la misma religión (Islam), los persas no son árabes. Como un ejemplo, si ustedes siguen nuestros artículos en “Prophecy in the Headlines”, ustedes probablemente han leído sobre los oficiales de Arabia Saudita anunciando que debido a la búsqueda de los EE.UU. de una relación más cooperativa con Irán, el reino saudita de ahora en adelante estará limitando su interacción con los EE.UU. y yéndose por su propio camino en cuanto a los asuntos del Medio Oriente se refieren.
(De mis días como consultor de negocios, recuerdo escuchar a uno de los dueños de una compañía que era cliente, en un idioma que no reconocí. Cuando colgó el teléfono le pregunté en qué idioma hablaba. “Era Parsi,” me dijo, “el idioma persa.”
“Entonces usted es árabe,” le respondí.
Por un momento creí que lo había ofendido. Luego, como si estuviera corrigiendo a un niño, me dijo, “Los persas no son árabes. Somos caucásicos.”)
Pero hay un versículo que nos previene proclamar que la profecía de Jeremías se ha cumplido en su totalidad en la historia. Jeremías 49:39 dice, “Pero acontecerá en los últimos días, que haré volver a los cautivos de Elam, dice el Señor.”
¿Qué le sucedió a Elam?
No existe ningún registro de que los elamitas volvieron a emerger desde la conquista persa hace 2500 años. Algunas personas dicen que Jeremías 49:39 se está cumpliendo en este momento a través de los iraníes. Dicen esto en parte porque las principales instalaciones nucleares de Irán se encuentran en un área que una vez se llamó Elam. Su recién construido reactor nuclear en Bushier está en la costa este del Golfo Pérsico en el corazón del antiguo Elam. Si ese fuera el caso entonces la restauración de Elam por Dios es tanto corta como descuidada, puesto que el propósito establecido de ellos es oponerse al plan de Dios para Israel, y está condenado a terminar en más destrucción.
Actualmente, el punto de vista más popular es que el total cumplimiento de la profecía de Jeremías es para nuestro tiempo y se llevará a cabo un corto tiempo después de la derrota de Irán en la batalla de Ezequiel 38. Pero si eso fuera cierto, entonces el pueblo iraní tendría que ser esparcido entre todas las naciones después de su derrota para luego, de alguna manera, volverse a ganar el favor de Dios durante la Semana Setenta de Daniel para que ese último versículo se cumpla. Simplemente no hay ninguna razón para creer que eso va a suceder. Luego de una corta referencia en Ezequiel 38:5, el futuro de Persia nunca se menciona en la Biblia otra vez.
Yo creo que es razonable esperar que las profecías que solamente se han llegado a cumplir de manera parcial en la historia tengan su cumplimiento final en nuestro futuro. La idea de que un cumplimiento parcial histórico señala a un cumplimiento total es un principio bien establecido en la Biblia. Dos ejemplos que hemos repasado últimamente son Isaías 17 y el Salmo 83. El cumplimiento literal y completo de estas profecías aún no se ha efectuado.
Pero de mi investigación tal parece que la única parte de la profecía de Jeremías que permanece con un signo de interrogación es el versículo 39. Los elamitas fueron derrotados y esparcidos entre las naciones tal y como Jeremías predijo. La nación dejó de existir y no se ha vuelto a mencionar desde entonces.
Hay otros casos de naciones que fueron totalmente borradas de la historia para luego reaparecer de pronto. Israel y Babilonia son dos ejemplos obvios. Pero para ambas naciones hay múltiples capítulos con descripciones detalladas de su reemergencia y subsiguiente destino. Con Elam tenemos un versículo no definitivo.
Tratemos de ser más cuidadosos
Yo creo que hay un gran número de personas hoy en día que son culpables de interpretar la profecía bíblica a la luz de los eventos actuales, cuando lo contrario es lo que debería ser. Estamos supuestos a interpretar los eventos actuales a la luz de la profecía bíblica. Estas personas leen las noticias mundiales y rebuscan en la Biblia para encontrar los versículos proféticos que parecen ajustarse a esas noticias sin investigar plenamente su historia para ver hasta dónde se han cumplido. Muchas de estas personas son novatas en cuanto a la profecía bíblica se refiere, pero otras deberían saber mejor.
También necesitamos recordar que la profecía bíblica solamente ilumina la historia mundial en cuanto a Israel se refiere. Grandes imperios han surgido y desaparecido durante la ausencia de Israel sin tener sólo como una insinuación de su existencia en la Biblia. Aún los Estados Unidos, en alguna medida el más exitoso de todos, está ausente del registro profético. Usted no puede decirme que Dios no sabía que estos imperios vendrían, así que su ausencia tiene que significar que Él los ve como irrelevantes al destino de Israel. No me tomen a mal, Él los ha utilizado a todos ellos para avanzar Su plan para Su pueblo, y todos fueron bendecidos en su momento de participación. Pero Él no encontró a ninguno de ellos digno de ser mencionado porque Él realmente no necesitó a ninguno de ellos para completar Su plan.
Francamente yo no puedo decir cómo o cuándo Dios va a restablecer a Elam. Pero basado en lo que actualmente sé, no me siento cómodo con la sustitución de Irán por Elam en Jeremías 49:34-39. La verdad es que no necesitamos a Jeremías 49 para saber qué le sucederá a Irán, y la Biblia no dice cómo o cuándo Elam va a ser restaurado. La única cosa que sabemos de seguro es que Dios lo dijo y por lo tanto Él lo hará.
Que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero (Isaías 46:10). Ya casi se escuchan los pasos del Mesías. 26/10/13