Domingo, 22 de marzo de 2015
Un comentario por Jack Kelley
Contrario a todas las encuestas y predicciones, Benjamín Netanyahu y su partido Likud han ganado otra elección. Algunos observadores israelitas le llaman a esto una victoria histórica, porque se obtuvo a pesar de (o quizás como una reacción a) la intromisión externa sin precedentes en el proceso electoral del país.
Ahora el desafío será en lograr una coalición con algunos de los otros partidos políticos porque se necesita el control nominal de por lo menos 61 asientos en el Knesset (parlamento) para poder tener un gobierno operante y Likud solamente controla 30 de ellos. Netanyahu ahora tendrá 42 días para lograrlo a través de negociaciones con algunos de los líderes de los otros partidos, para los restantes 31 asientos. Debido al tamaño de la victoria del Likud se espera que eso no sea un proceso difícil, e Israel terminaría con un gobierno decididamente nacionalista.
En el corto plazo, si usted cree en las promesas de Netanyahu, eso significa que la posibilidad de que un estado palestino sea realidad no está del todo cierto, si es que alguna vez lo estuvo. Lo mismo es la posibilidad de Irán de adquirir la capacidad de producir armas nucleares. Yo creo que fue su posición pública sobre esos dos aspectos lo que resonó en el corazón de los votantes judíos los cuales le dieron la victoria.
Algunas personas me han escrito preguntando si yo creo que esto va a hacer retroceder los tiempos del fin basados en la creencia de que Netanyahu es un defensor más fuerte del territorio de Israel que cualquier otro candidato principal. Pero yo creo que lo opuesto puede ser cierto. En cuanto a Israel concierne, la estrategia árabe siempre ha sido obtener lo más que puedan por medio de negociaciones (tierra por paz) y luego obtener el resto por medio de la guerra. Quienes estén deseosos de negociar pueden mantenerse otorgando concesiones para evitar la guerra.
Netanyahu ha prometido que no habrá estado palestino (a pesar de que se ha suavizado un poco en eso), la no división de la capital, y de más construcciones en Jerusalén Este. Si él se mantiene en esas promesas, no habrá mucho qué negociar. El efecto que podría ocasionar sería convencer a los árabes de que tendrán que pelear para obtener el resto de las cosas que quieren. (Por supuesto que lo que quieren es que Israel no exista.)
Se rumora que los Estados Unidos y otros países irán a las NN.UU. en un esfuerzo para obligar a Israel a volver a negociar con los palestinos. En caso afirmativo, podríamos estar viendo indicios tempranos del cumplimiento de Zacarías 12:3 cuando todas las naciones se reúnen en contra de Jerusalén.
Pero no es mi trabajo ofrecer un comentario político ni una especulación humana. Mi trabajo es informar acerca de lo que la Biblia dice. Así que empecemos.
Salmo 83 / Isaías 17
El cumplimiento combinado de estas dos profecías bien puede ser el próximo evento en el calendario profético. En el Salmo 83 el salmista enumeró un grupo de adversarios que están conspirando, “¡Vamos a destruir a Israel! ¡Borremos de la memoria el nombre de esa nación!” (Salmo 83:4). El cumplimiento de estas profecías no está registrado en la historia, pero pronto podrían ser realidad. Un cuidadoso estudio de los nombres de los adversarios de Israel enumerados en el Salmo 83:5-8 muestra que todos ellos ocuparon tierras adyacentes a Israel en su tiempo. Los presentes ocupantes de estas tierras parecen estar igualmente interesados en destruir a Israel como lo estuvieron sus contrapartes históricas. Si la oración del salmista es respondida, Israel emergerá victorioso. Damasco dejará de ser ciudad, y la amenaza de los grupos controlados por Rusia e Irán que están al acecho al otro lado de las fronteras de Israel, habrá sido neutralizada.
Ezequiel 38-39
La derrota de los vecinos de Israel cumplirá con una de las precondiciones requeridas para que la Batalla de Ezequiel 38-39 se lleve a cabo. En Ezequiel 38:11 el Señor reveló los pensamientos en la mente de Gog, el líder sobrenatural de los ejércitos de Magog. “Voy a invadir un país indefenso. Voy a atacar a gente tranquila, que vive despreocupada. Todos ellos habitan en ciudades sin murallas, ni puertas ni cerrojos” (Ezequiel 38:11). Esto ciertamente no puede decirse de Israel hoy en día. Pero podría ser el caso si Hezbolá, Siria, la OLP, Hamás, y otros vecinos conflictivos, habrían sido destruidos recientemente. La ausencia de estos vecinos en la lista de Ezequiel de los atacantes de Israel, le da crédito a la noción de su derrota previa.
Como sea que suceda, un gran contingente de fuerzas armadas controlado por Rusia y que consiste de combatientes musulmanes de todo el Medio Oriente y de Europa Oriental, de un momento a otro se lanzarán desde el norte sobre los montes de Israel. Descenderán como una nube sobre el centro de Israel, con la meta de conquistar la nación de Israel con una fuerza militar abrumadora.
En Ezequiel 38:16 Dios admitió que Él mismo orquestó este ataque como una demostración de Su poder a las naciones del mundo. Con Su firma, sucesos como un gran terremoto, plaga, lluvia torrencial, piedras de granizo, fuego y azufre, y volver a los atacantes unos contra otros, Él diezmará este ejército invasor e Israel emergerá victorioso una vez más (Ezequiel 38:19-23).
La Semana 70 de Daniel
Al darse cuenta de que fue Dios quien ganó su victoria sobre los invasores rusos/musulmanes, Israel responderá como Dios lo predijo, “A partir de ese día, el pueblo de Israel sabrá que yo soy el Señor su Dios” (Ezequiel 39:22). Ellos reanudarán su relación nacional de Antiguo Pacto con el Señor. Empleando el altar que recientemente completaron y el sacerdocio que han estado preparando, empezarán de nuevo a ofrecerle sacrificios a su Dios. Después de una pausa de 2000 años, la faltante Semana 70 habrá empezado. Con la ayuda de un líder mundial emergente, empezarán la construcción de un Templo. Muchas personas creerán que la paz en el Medio Oriente finalmente se ha logrado.
Pero demasiado tarde se darán cuenta de que hicieron un pacto con la muerte, algo que Dios también había predicho (Isaías 28:15). El líder mundial emergente a quien todo el mundo mira como un gran hombre de paz resultará ser un conquistador dispuesto a conquistar (Apocalipsis 6:2), y la guerra pronto estará a la orden del día abarcando una cuarta parte del mundo, y que estará acompañada por la enfermedad, el hambre, y la muerte que siempre le siguen (Apocalipsis 6:8).
Luego este líder cometerá un acto de blasfemia el cual en la historia judía ha sido llamado la abominación desoladora, la cual anteriormente cometió Antíoco Epífanes en el año 168 a.C. Él se meterá en el Templo que ayudó a construir y se declarará ser Dios (2 Tesalonicenses 2:4) Este es el evento que Jesús dijo que señalará el comienzo de la Gran Tribulación (Mateo 24:15, 21). Sucederá a la mitad de la semana 70 de Daniel.
La Gran Tribulación
Cuando Él le dio esta señal a Israel hace casi 2000 años, Jesús también les advirtió de huir a los montes cuando la vieran, diciendo que eso sería el comienzo del peor tiempo de angustia que el mundo jamás haya visto. Las personas que son creyentes huirán, pero las que solamente son judías por herencia o tradición aceptarán al impostor. Esas personas creerán que él es el tan esperado mesías y lo adorarán, aun cuando él empieza un coordinado esfuerzo para eliminar a sus hermanos creyentes de la faz de la Tierra.
Dios ayudará a las personas creyentes a escapar a un lugar preparado para ellas en el desierto (Apocalipsis 12:14) y las protegerá allí mientras Él lanza la serie de juicios más severa en la historia del mundo. Según Jeremías 30:11, el propósito que el Señor tiene para hacer eso es doble. Primero, Él va a destruir completamente a todas las naciones entre las cuales Su pueblo fue dispersado, y segundo, Él va a disciplinar a Israel y los va a purificar para prepararlos a que abran sus ojos para que finalmente reconozcan al Mesías.
Hacia el final de la Gran Tribulación, eso es lo que sucederá. “Sobre la casa de David y sobre los habitantes de Jerusalén derramaré un espíritu de buena voluntad y de oración, y volverán los ojos a mí y llorarán por el hombre a quien traspasaron, como se llora y se guarda luto por el hijo primero y único” (Zacarías 12:10).
Ese será el momento que el Señor ha estado esperando. Hace 2000 años Israel había le había pedido a Él una señal milagrosa.
Él dijo, “La generación mala y adúltera demanda una señal, pero no tendrán más señal que la del profeta Jonás. Porque así como Jonás estuvo tres días y tres noches en el vientre del gran pez, así también el Hijo del Hombre estará tres días y tres noches en el corazón de la tierra” (Mateo 12:39-40).
Habiendo esperado en vano para que Israel aceptara esta prueba innegable de que Él es su Mesías, Él los dejó. Eso fue 40 días después de Su resurrección, y el tiempo de prueba para ellos había terminado. Eso también había sido profetizado desde hacía bastante tiempo atrás.
“Después de eso volveré a mi santo lugar, hasta que ellos reconozcan su pecado y busquen mi rostro. Porque en su angustia me buscarán” (Oseas 5:15).
Finalmente, en su hora de desesperación, ellos admitirán su culpa y harán lamentación por Él. “Y el Señor limpiará la sangre derramada, la cual no quedará sin castigo” (Joel 3:21).
Finalmente, ellos entenderán el motivo de los últimos 2000 años. Fue acerca de Dios esperando que Israel admitiera que su Mesías había llegado y que no lo reconocieron.
La 2da Venida
Luego de Su retorno, el Señor primero irá a Petra, en donde el remanente creyente de Israel estará, y derrotará a todas las fuerzas enemigas que rodean a Su pueblo en ese lugar (Isaías 63:1-6). Luego Él irá a Jerusalén para liberar Su ciudad y derrotar las fuerzas reunidas en contra Suya allí. El anticristo, el cual ha engañado a todo el mundo, será capturado y lanzado vivo en el lago de fuego, y todos sus ejércitos serán destruidos (Apocalipsis 19:11-21). Al finalizar el día Él será Rey de toda la Tierra, y Su nombre será el único nombre (Zacarías 14:9).
El Milenio
En el Milenio, Israel volverá a ser la nación más favorecida de Dios en la Tierra. De hecho, Él morará entre ellos como lo hizo en los tiempos bíblicos, solamente que ahora será para siempre (Ezequiel 43:7). Ellos ocuparán toda la tierra que les fue originalmente prometida. La paz y la prosperidad estarán a la orden del día (Isaías 66:12), ya que todos los perennes enemigos de Israel habrán sido derrotados. Solamente durante el tiempo de Salomón casi llegaron a tener la calidad de vida que pronto disfrutarán, con todas las promesas de Dios finalmente haciéndose realidad.
Resumiendo
Cuando usted entiende el punto de vista profético, usted puede ver que todas las cosas se están acomodando en su lugar, tal y como Dios dijo que lo harían. Debido a que sus corazones permanecen endurecidos hacia Él, habrá días difíciles para Israel adelante. Serán abandonados por sus amigos, y quedarán a merced de sus enemigos. Aún la autosuficiencia, declarada con toda confianza durante el reciente discurso del Primer Ministro ante el congreso, no será suficiente para salvarlos.
Pero El que protege a Israel no duerme ni se adormece (Salmo 121:4). Él ha estado esperando pacientemente el momento para llegar cuando ellos se den cuenta de que solamente Él puede salvarlos, y se humillarán ante Él al pedirle Su ayuda. Aun eso ha sido predicho.
“¡Vengan, volvamos nuestros ojos al Señor! Ciertamente él nos arrebató, pero nos sanará; nos hirió, pero vendará nuestras heridas; Después de dos días nos dará vida, y al tercer día nos resucitará para que vivamos en su presencia” (Oseas 6:1-2).
Cuando llegue ese momento, Él los salvará y los restaurará. Él olvidará su maldad y no se acordará de sus pecados (Jeremías 31:34). Una vez más ellos serán Su pueblo y Él será su Dios.
“¡Hablen al corazón de Jerusalén! ¡Díganle a voz en cuello que ya se ha cumplido su tiempo, que su pecado ya ha sido perdonado; que ya ha recibido de manos del Señor el doble por todos sus pecados!” (Isaías 40:2). Finalmente. 22/03/15