Lunes 28 de junio de 2021
Un estudio bíblico por Jack Kelley
He recibido un montón de comentarios sobre mi respuesta a una reciente pregunta acerca de mi comparación entre Juan 20:22 con Hechos 2:1-4. Algunas personas me escribieron en una manera más diplomática que otras sugiriendo que mi entendimiento de estos versículos deja mucho que desear. Entonces, echémosles otro vistazo para ver cómo es que estos dos pasajes se asemejan y cómo son diferentes. Empezaremos con Juan 20:22.
“La noche de ese mismo día, el primero de la semana, los discípulos estaban reunidos a puerta cerrada en un lugar, por miedo a los judíos. En eso llegó Jesús, se puso en medio y les dijo: «La paz sea con ustedes.» Y mientras les decía esto, les mostró sus manos y su costado. Y los discípulos se regocijaron al ver al Señor.
Entonces Jesús les dijo una vez más: «La paz sea con ustedes. Así como el Padre me envió, también yo los envío a ustedes.» Y habiendo dicho esto, sopló y les dijo: «Reciban el Espíritu Santo. A quienes ustedes perdonen los pecados, les serán perdonados; y a quienes no se los perdonen, no les serán perdonados.»” (Juan 20:19-23)
Algunas personas han sugerido que Jesús solamente estaba fingiendo aquí, Su soplo fue una imitación del sonido que el Espíritu Santo haría cuando Él realmente llegó 50 días más tarde, y que no estaba invistiendo a los discípulos con el Espíritu Santo. Pero Hechos 2:2 dice que el sonido del Espíritu Santo fue totalmente distinto. “Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados”. Eso es como comparar el sonido del soplo para apagar las candelas del pastel de cumpleaños con el sonido que hace un huracán.
Y la palabra griega para ‘recibir’ en Juan 20:22 es lambáno que quiere decir tomar algo para utilizarlo, o para llevárselo. Denota permanencia y posesión. Esta misma palabra se usa en Hechos 8:17 al referirse a los creyentes en Samaria cuando finalmente se dieron cuenta de que habían recibido el Espíritu Santo después que Pedro y Juan habían llegado. Yo no creo que Jesús estaba fingiendo más de lo que estaban haciendo Pedro y Juan. Creo que los discípulos que estaban presentes recibieron el Espíritu Santo tal y como el pasaje lo dice.
Jesús se reunió con los discípulos varias veces más después de esa noche, para hablar con ellos acerca del Reino de Dios (Hechos 1:3).
“Mientras estaban juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que les dijo: «Esperen la promesa del Padre, la cual ustedes oyeron de mí. Como saben, Juan bautizó con agua, pero dentro de algunos días ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo.»” (Hechos 1:4-5)
La palabra griega para ‘bautizar’ literalmente significa sumergirse temporalmente, usualmente en el agua. Jesús explicó que mientras ese fue el caso con el bautismo de Juan, pronto los discípulos serían temporalmente sumergidos en el Espíritu Santo, obteniendo un poder milagroso.
“Entonces los que estaban reunidos con él le preguntaron: «Señor, ¿vas a devolverle a Israel el reino en este tiempo?»
Y él les respondió: «No les toca a ustedes saber el tiempo ni el momento, que son del dominio del Padre. Pero cuando venga sobre ustedes el Espíritu Santo recibirán poder, y serán mis testigos en Jerusalén, en Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.»” (Hechos 1:6-8).
Este don no fue el recibir el Espíritu Santo, lo cual ya había sucedido, sino el poder para hacer obras milagrosas. Recuerden, Él ya les había dicho que el Espíritu Santo había estado con ellos y estaría en ellos (Juan 14:17). Esto ya se había llevado a cabo. Ahora Él les decía que el Espíritu Santo vendría sobre ellos.
Esto lo vemos por el uso de la palabra griega epérjomai que se traduce venir sobre. Significa estar por encima del poder de alguien más, de poder vencer. Esta misma palabra describe los dos casos en Hechos de los gentiles hablando en lenguas. En Hechos 10:44 el Espíritu Santo cayó sobre los gentiles que escuchaban a Pablo en casa de Cornelio. En Hechos 19:6 el Espíritu Santo vino sobre un grupo de gentiles cuando Pablo los bautizó en nombre de Jesús. Yo creo que ambos eventos fueron situaciones temporales con la intención de mostrarle a la dirigencia judía que el Espíritu Santo podía venir sobre los gentiles al igual que sobre los judíos.
El Espíritu Santo también había venido sobre las personas en tiempos del Antiguo Testamento, como es el caso de Balaam (Números 24:2), Saúl (1 Samuel 11:6), Amasai (2 Crónicas 12:18), Azarías (2 Crónicas 15:1) y Zacarías (2 Crónicas 24:20).
El entender la diferencia entre recibir el Espíritu Santo (lámbano) y que venga sobre uno (epérjomai) nos ayuda a aclarar algunas de las confusiones que rodean estos versículos.
Y ahora Hechos 2
“Cuando llegó el día de Pentecostés, todos ellos estaban juntos y en el mismo lugar. De repente, un estruendo como de un fuerte viento vino del cielo, y sopló y llenó toda la casa donde se encontraban. Entonces aparecieron unas lenguas como de fuego, que se repartieron y fueron a posarse sobre cada uno de ellos. Todos ellos fueron llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu los llevaba a expresarse” (Hechos 2:1-4).
La palabra para llenar también significa tomar temporalmente. Y las personas también habían sido llenas con el Espíritu Santo en el Antiguo Testamento. Tenemos ejemplos como José (Génesis 41:38) cuando interpretó el sueño de Faraón, y Bezaleel de la tribu de Judá a quien se le dio la destreza sobrenatural para diseñar y fabricar los adornos de oro, plata y bronce para el tabernáculo (Éxodo 31:2-4).
Tanto Zacarías como Elisabet, los padres de Juan el Bautista, fueron llenos con el Espíritu Santo (Lucas 1:41; 1:67) más de 30 años antes de Pentecostés. Además de eso, se dice que las personas son llenas de ira (Lucas 4:28), temor (Lucas 5:26), asombro (Hechos 3:10), etc. En todos los casos se usa la misma palabra griega. Y en todos los casos describe una condición temporal.
Entonces, el ser llenos con el Espíritu Santo no se originó en Pentecostés, ni el que Él viniera sobre nosotros. Pero no piensen que temporalmente significa que sucede una sola vez y por un corto tiempo para luego no volver a suceder nunca más. Pedro fue lleno con el Espíritu Santo en Hechos 2. Pero volvió a ser lleno en Hechos 4:8 y otra vez en Hechos 4:31. Pablo fue lleno con el Espíritu Santo en Hechos 9:17 y de nuevo en Hechos 13:9. Eso puede suceder cada vez que sea necesario.
Aquí se puede ver el argumento que hice en mi respuesta. Cuando nosotros llegamos por vez primera a la fe, el Espíritu Santo es sellado en nosotros como un depósito que garantiza nuestra herencia (Efesios 1:13-14) y permanecerá allí mientras vivamos en esta Tierra. Los discípulos experimentaron esto en la noche de la resurrección del Señor y desde entonces cada creyente tiene la misma experiencia. Pero de vez en cuando el Espíritu Santo vendrá sobre nosotros y seremos temporalmente llenos de Su poder para hacer milagros en Su nombre. Cada creyente también puede experimentar esto. No se requiere de una ceremonia especial, y tampoco solamente sucede en algunas iglesias. Eso puede sucederle a cualquier creyente en cualquier momento que está disponible en fe. A mí me ha sucedido y también le puede suceder a usted. Selah 27-03-10.