Transformando el agua en vino

Domingo, 7 de agosto de 2016

Un estudio bíblico por Jack Kelley

Algunos le llaman un truco de magia, para otros fue un favor ocasional a un amigo, pero para Juan fue la forma con la cual Jesús mostró Su gloria.

Al tercer día se celebraron unas bodas en Caná de Galilea; y allí estaba la madre de Jesús. También Jesús y sus discípulos fueron invitados a la boda. Cuando se terminó el vino, la madre de Jesús le dijo: «Ya no tienen vino.» Jesús le dijo: «¿Qué tienes conmigo, mujer? Mi hora aún no ha llegado.» Su madre dijo a los que servían: «Hagan todo lo que él les diga.»

En ese lugar había seis tinajas de piedra para agua, como las que usan los judíos para el rito de la purificación, cada una con capacidad de más de cincuenta litros. Jesús les dijo: «Llenen de agua estas tinajas.» Y las llenaron hasta arriba. Entonces les dijo: «Ahora saquen lo que está allí, y llévenselo al catador.» Y se lo llevaron.

El catador probó el agua hecha vino, sin que él supiera de dónde era, aunque sí lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua. Entonces llamó al esposo, y le dijo: «Todo el mundo sirve primero el buen vino, y cuando ya han bebido mucho, entonces sirve el menos bueno; ¡pero tú has reservado el buen vino hasta ahora!»

Este principio de señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria; y sus discípulos creyeron en él. (Juan 2:1-11).

¿De nuevo, cómo fue eso?

Aparte del hecho de que cambiar agua en vino requiere de una habilidad sobrenatural, la cosa más asombrosa de este milagro es que Jesús “manifestó su gloria; y sus discípulos creyeron en él” ¿Ayudando a un amigo con problemas para dar de beber a sus invitados como un favor a su mamá? Muchos comentaristas colocan este milagro en los últimos lugares de su lista de las grandes cosas que Jesús hizo, si es que lo incluyen del todo, pero Juan lo puso de primero y le dio una importancia considerable. Algo más debe se estar sucediendo aquí que se nos escapa a la vista.

A propósito, un par de pocas e interesantes trivialidades nos podrían ayudar a entender esto. El tercer día de la semana es jueves en el calendario judío y aun es el día preferido para celebrar bodas en Israel. Eso es porque en el tercer día original, Dios pronunció dos veces que las cosas eran “buenas”, y solamente lo hizo una vez en el séptimo día de la Creación. Por consiguiente, el tercer día se conoce como el día de la doble bendición, el mejor día de la semana para comenzar una nueva vida. También, las fiestas judías de las bodas duraban siete días, y el haberse quedado sin vino comenzando la celebración, debe de haber sido un poco embarazoso para el anfitrión. Por eso es probable que María le pidiera a Jesús que se involucrara en algo que en realidad no era de su incumbencia.

Y finalmente, las tinajas de piedra se utilizaban para guardar el agua del lavado ceremonial, un acto simbólico de lavar el pecado, y no de limpiar el polvo del camino u otra suciedad. Estas tinajas se colocaban en la puerta para que una persona no ingresara a la casa de un amigo en un estado ceremonialmente “inmundo” y contaminar así la casa. Al mojar sus dedos en el agua y secarlos, una persona simbólicamente “lavaría sus pecados” y sería ceremonialmente limpia. Cuando decimos “me lavo las manos en este asunto”, en realidad estamos diciendo que nos estamos librando de cualquier responsabilidad en eso. La frase viene de esta práctica, la cual fue pronto inmortalizada por Poncio Pilatos en el juicio y sentencia de Jesús. Algunas personas creen que esta agua también contenía un poco de las cenizas de la vaca alazana, en caso de que alguien hubiera tocado, sin darse cuenta, algo muerto (vea Números 19).

Pongámonos místicos

Juan era un místico. Su Evangelio es altamente simbólico en la manera como presenta los hechos sobre Jesús y Su ministerio. Juan no intentó mostrar los eventos de una manera cronológica, sino que escogió siete milagros, seguidos por siete discursos y siete declaraciones de “Yo soy”:
Yo soy el Pan de Vida, 6:35,
Yo soy la Luz del Mundo, 8:12,
Yo soy la Puerta, 10:7,
Yo soy el Buen Pastor, 10:11,
Yo soy la Resurrección y la Vida, 11:25,
Yo soy el Camino, y la Verdad, y la Vida, 14:6, y
Yo soy la Vid Verdadera, 15:1.

Todo su evangelio abarca solamente cerca de 21 días de los tres años y medio del ministerio del Señor, y dedica 10 capítulos a solamente una semana, y 1/3 (237) de los 879 versículos a describir un solo día. La riqueza del simbolismo de Juan hace que su Evangelio sea el favorito entre las personas que ven las Escrituras desde un alto nivel de inspiración, y la narración de las bodas de Caná es el toque que las corona. Veámoslas a través de Sus ojos.

Jesús les ordena a unos sirvientes desconocidos, que llenen completamente seis (el número del hombre) tinajas, que eran hechas de piedra fría y estaban vacías (un modelo de nuestros corazones no regenerados; Ezequiel 36:25-27) con agua. En Juan 16:5-14 el Espíritu Santo se describe como El que no habla por Sí mismo, sino que habla solamente de Jesús. De hecho el único nombre por el que conocemos al Espíritu Santo es por la descripción de su función; Consolador. Este título se deriva de la palabra griega Paráklhtos, la cual también puede traducirse como intercesor o abogado. Estos sirvientes son un modelo del Espíritu Santo el cual lleva a cabo Su obra de regeneración en nuestros corazones (Tito 3:4-7), llenándonos con Agua Viva (Juan 7:37-39).

El agua, normalmente utilizada para el lavado ceremonial, de inmediato se transformó en vino, y aquello que antes de utilizaba para limpiar temporalmente a una persona de sus pecados, ahora se transformó simbólicamente en la Sangre de Jesús la cual nos limpia permanentemente (Lucas 22:20). El catador hizo la observación de que el novio había servido el mejor vino de último lo cual significa que el Nuevo Pacto es el que nos limpia de manera permanente (representado por el vino), y es muy superior al Antiguo Pacto el cual solamente limpiaba temporalmente nuestros pecados (representado por el agua). Entonces, por este milagro lo que Jesús verdaderamente reveló fue Su gloria y por eso es que ustedes pueden ver porqué Sus discípulos creyeron en Él.

Y ahora ya conocen la versión para adultos.